el charco hondo

Frío

Los acuerdos de gobierno reaccionan al frío como lo hacen los cuerpos. Para mantener la temperatura corporal, los vasos sanguíneos -o los socios- se contraen para llevar más calor al interior del cuerpo o del Consejo de Gobierno de Canarias. Si los cuerpos se defienden del frío proporcionando calor a las partes más importantes (al cerebro, y a los órganos internos) los pactos responden a la pérdida de un escaño con frialdad, abrazándose para combatir el resfriado parlamentario, calculando quién ganaría o perdería si el Gobierno saltara por los aires. Habría que preguntarse si quedándose en treinta y seis escaños -una vez que Sandra Domínguez, de NC, ha decidido ir por libre- los pétalos del pacto se sienten tentados por otras opciones o si, por el contrario, el episodio de la diputada ha propiciado que la flores se reagrupen, no vaya a ser qué. Las crisis se sabe como empiezan, pero no con quiénes acaban. Los socios del acuerdo que sustenta al Gobierno mantienen una temperatura corporal razonable, y abrir la puerta, con el frío que hace ahí fuera, podría pasar factura a alguna de las extremidades del cuerpo. En un contexto como el actual, quien se mueva puede salirse de la foto y acabar congelado al caer al agua en su intento de cambiar de barca. Los análisis en las Islas nacen con vocación de que la realidad los desmienta, pero no parece que se den las condiciones para barajar un cambio de pacto —no ahora—. Las turbulencias en Fuerteventura no arrastrarán al Ejecutivo. Al revés, cabría barajar que las réplicas de ese terremoto harán temblar el suelo únicamente en esa Isla; incluso podría pasar que el pacto de las flores consiga sofocar ese incendio -o minimizar los daños, al menos-. Hay más. Es improbable que Coalición esté trabajando en la idea de precipitar su regreso al Gobierno. Huele a que CC está reconstruyendo los puentes que deben cruzar para tocar poder en 2023 -a nadie amarga un dulce, pero no ha llegado la hora del postre; todavía no-. Romper un Gobierno, con la que está cayendo, no es tan fácil. Tienden los socios del pacto a replegarse, no sea qué, no vaya a ser qué. El frío contrae los músculos, y el cuerpo de las flores proporciona calor presupuestario a la cabeza, a los órganos vitales y a las extremidades del pacto, lo que sea con tal de tener la fiesta en paz. No habrá crisis de gobierno. Las flores no están para mudanzas.

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