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Guanches de todas las islas

¿Por qué los canarios no adoptamos de una vez el exclusivo gentilicio que nos legaron nuestros antepasados, aunque finalmente se tratara solo de los de Tenerife?
Guanches de todas las islas
Guanches de todas las islas
Guanches de todas las islas

Por Francisco García Talavera Casañas

Si acudimos al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), vemos que del vocablo guanche dice lo siguiente: “Guanche adj. De un pueblo que habitaba las Islas Canarias antes de la conquista castellana (s. XV). También natural de este pueblo. Lengua hablada por este pueblo”.

Según el profesor Elías Serra (1961), el etnónimo Guanche no entró en uso por los cronistas de la conquista hasta finales del siglo XV para referirse a los naturales de Tenerife, ya que en relatos anteriores como el del historiador egipcio Al-Maqrizi (1364-1442), este nombra a los habitantes de las islas como “pobladores”, mientras que para el navegante genovés Nicoloso da Recco, a su llegada a Canarias en 1341, las personas que encontró viviendo en estas islas eran “gente”, “habitantes” o “insulares”.

Y es a comienzos de la conquista normanda del archipiélago -que empezó en Lanzarote (1402) y terminó en Tenerife (1496)- cuando sus cronistas Pierre Bontier y Jean Le Verrier hacen alusión, en su crónica conocida como Le Canarien, al término canarios para referirse a los habitantes de estas islas.

Sin embargo, para Alberto Quartapelle (2019) la voz Guanche aparece por primera vez documentada en Las Memorias del reynado de los Reyes Católicos (1495-1512), de Andrés Bernáldez, refiriéndose a los naturales de Tenerife:

“E arribaron en Tenerife, e tomaron tierra e començaron de hazer la guerra a los Guanches, que así se llamaba aquella nación de gente”.

En nuestra opinión E. Serra equivocadamente atribuyó a los franceses Sabino Berthelot y René Verneau (siglo XIX) el uso extensivo del gentilicio guanches para los primeros pobladores de todas las islas, pues en siglos anteriores varios autores y viajeros europeos ya lo habían hecho en sus crónicas y relatos. Y de la misma opinión es Agustín Pallarés (1986), que se expresa de la siguiente manera: “Existen serias dudas respecto a la legitimidad de ese pretendido exclusivismo del término guanche para la isla de Tenerife”.

Al respecto, nos comenta Alberto Quartapelle en Cuatrocientos años de Crónicas de las Islas Canarias (2015): “Se emplea el término guanche para hacer referencia a la población autóctona de todas las islas, aún si los historiadores lo utilizan normalmente para indicar exclusivamente a los moradores de la isla de Tenerife. Este uso más extenso, referido a los habitantes de todas las islas, se encuentra también en varias crónicas como las de Alonso de Santa Cruz (1546), Pérez de Torres (1586), Jan van Linschoten (1610), Fernandes Brandão (1618) y José de Sosa (1678)”.

Y así, el cosmógrafo sevillano, adscrito a la Casa de Contratación de Indias, Alonso de Santa Cruz, refiriéndose al momento de la conquista de Tenerife por parte de Alonso Fernández de Lugo, dice:
“(…) Y él hizo una armada en la ciudad de Sevilla (…) y con ella fue a la isla de Tenerife. Y tomaron en ella tierra y comenzaron a hacer guerra a los guanches, que así se llamaban los habitadores de aquellas islas”.

Por su parte, Simón Pérez de Torres en su Discurso de mi viage relata:

“(…) Al fin tomamos la Gomera doce naves, las demás la Canaria, Lançarote, Fuerte Ventura, Tenerife y La Palma que están en esta Comarca; estas son las Islas de las Canarias, están de España trecientas leguas, llamamos a su gente Guanches…”

El comerciante, viajero e historiador holandés, Jan Huygen van Linschoten, en su Breve descripción de las Islas Canarias comenta:
“(…) Hoy están habitadas por españoles mezclados con los naturales del país llamados Guancha, que por la frecuentación que han tenido con los españoles se han acostumbrado a sus hábitos y modo de vivir”.

El escritor portugués Ambrosio Fernandes Brandão, residente en Brasil entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII, en Diálogos das grandezas do Brasil, dice:

“Aristóteles cuenta que estas islas descubiertas por los cartaginenses, abundantes de las cosas necesarias para la vida humana, no son otras que las Islas Canarias, que estaban pobladas antes de ser descubiertas por los castellanos, por personas a las que llaman Guanches, que debían ser descendientes de aquellos primeros cartaginenses que las descubrieron”.

Y el franciscano presbítero Fray José de Sosa, natural de Las Palmas, en su documentada obra Topografía de la isla de Gran Canaria, en su libro tercero encabeza el capítulo IV con el siguiente título: De las mujeres que tenían los Canarios Guanches. Además, al final del libro, al referirse al sistema de numeración, vuelve a repetir, aunque esta vez a la inversa: Manera que tenían de contar los Gentiles Guanches Canarios.

Sabemos que el etnónimo Guanche permaneció bien arraigado en el pueblo canario, incluso a nivel científico, hasta los años 70 del pasado siglo, aunque con anterioridad, sobre todo durante la dictadura franquista, ya había comenzado la represión de la diversidad cultural y lingüística de los diferentes pueblos del Estado español, y Canarias no iba a ser una excepción. En esa época ya se intentó vaciar de contenido al término, relegándolo solo para designar a los antiguos habitantes de Tenerife, al tiempo que se trataba de imponer la idea de que cada isla fue poblada por tribus diferentes, con lengua y cultura diferentes. Pueblos a los que se les asignó un nombre distinto para cada una: majos, canarios, bimbapes, gomeros, guanches…llegándose al absurdo de llamar auaritas a los antiguos palmeros, cuando en realidad, pensamos, se trataba de los hawara. También se extendió la idea de que fueron los franceses Berthelot y Verneau, entre otros, los que se ‘inventaron’ el uso extensivo del término guanche al hacer alusión a los primeros pobladores del archipiélago canario.

En las últimas décadas este asunto se ha exacerbado y se habla con normalidad de ‘aborígenes’ y de ‘indígenas’, también de las ‘culturas canarias’ (diferentes en cada isla), cuando en realidad se trata de una cultura original líbico-amazigh (bereber), que evolucionó insularmente a lo largo de más de 2.000 años a causa del aislamiento. Del mismo modo se afirma rotundamente -por algunos, o quizás bastantes- que los guanches no conocían la navegación.

Otro disparate que va contra la lógica y el sentido común. ¡Cómo no va a conocer la navegación un pueblo que llegó en barco, tanto si vino por sus propios medios, al menos inicialmente, (como pensamos algunos) o fue transportado (como piensa la mayoría), y además se veían entre islas!

Y más recientemente, algunos investigadores nos decantamos porque el sonoro gentilicio guanche sea aplicado a los primeros pobladores norteafricanos de origen líbico que llegaron a estas islas.

Es el caso del filólogo Maximiano Trapero, que sostiene que el término guanche no es exclusivo de Tenerife, sino que debe ser aplicado a todo el archipiélago, pues fue pasando de isla a isla a medida que iban siendo conquistadas. “Por repetido se ha convertido en doctrina asumida por casi todos”, afirma.

Por su parte los lingüistas Dolores Corbella y Cristóbal Corrales opinan que debe tenerse en cuenta esta hipótesis razonada y apoyan la idea de la pluriinsularidad del gentilicio basándose en varios documentos, fechados en Tenerife en 1498, en los que se denomina guanches “tanto a los naturales de Tenerife como a los de Gran Canaria”.

Trapero también sostiene que no se trata de una voz indígena, sino que su origen es francés, y que se introdujo en Canarias desde el comienzo de la conquista normanda, que empezó en Lanzarote en 1402. Según este investigador, a los conquistadores franceses les llamó mucho la atención “la extraordinaria destreza y habilidad (de los antiguos canarios) que tenían para lanzar y esquivar objetos”, cualidad que en el francés antiguo se expresa como guenchir (el verbo) y guenche (el sustantivo), llegando, a veces, a ser escrito y pronunciado como guanche.

En muchos documentos se resalta esta gran habilidad de los guanches en la esquiva, pues se les preparaba para ello desde la infancia con vistas a futuros enfrentamientos guerreros, entre los cuales hemos escogido el siguiente testimonio dado por el navegante veneciano al servicio de la corona de Portugal, Alvise Cadamosto, a su paso por Madeira, en 1455. A esta isla habían sido transportados como esclavos muchos guanches capturados en las canarias aún no conquistadas -principalmente de La Palma, que era la que les quedaba más cercana- para servirles en los ingenios de azúcar y como pastores de ganado:

“Y os hago saber que yo vi un canario cristiano, en la isla de la Madera, que se comprometía en apuesta a dar a tres hombres doce naranjas a cada uno, y él tomaría para sí otras doce.

Comprometiéndose a hacer blanco en cada uno de ellos con sus doce naranjas de modo que ninguna fallase, y que ninguno de ellos le tocaría con sus naranjas, a no ser en las manos, con las que las apartaba para defenderse, y que no se aproximasen a él sino de ocho a diez pasos. Y no encontró quien quisiera hacer la apuesta, porque todos sabían que él lo haría mejor de lo que decía…”

En mi opinión, el término guanche puede estar relacionado con Ait (se pronuncia como aich), que en el amazigh de Marruecos alude a tribus o confederaciones tribales como los Ait Ayache, Ait Haddidu, Ait Baamrane, Ait Atta, Ait Bechir, etc. Y en nuestro caso, guanche se desglosaría en wa (este)-n (de)-ait (la tribu, nuestra gente), que coincide con lo que pensaba el profesor Juan Álvarez Delgado.

Coincidencia que advertimos también en Gran Canaria, pues el guanarteme de Gáldar anterior a la conquista, apodado ‘el bueno’ , y que pertenecía al clan de los Semidán -al igual que su sucesor Fernando Guanarteme, que antes de ser bautizado se conocía como Tenesor semidán- lo llamaban Egonaiga guanache (guanche) Semidán.

A su vez, la toponimia nos aporta datos interesantes que apoyan la utilización del gentilicio guanche en todas las islas al referirse a los primeros pobladores del archipiélago. Aparte de los numerosos que existen en Tenerife, en el caso de Gran Canaria tenemos los siguientes topónimos: la necrópolis de La Guancha, en Gáldar; Guanchía, caserío cercano a Teror; La Guancha, Firgas, donde recientemente se encontró un idolillo de los antiguos canarios; Cuevas del Guanche, localidad cercana a Santa Brígida; Puntón de La Guancha, cerca de Ayagaures; Barranco de los Guanches, que nace en el macizo de Amurga y desemboca cerca de la Playa del Inglés y La Guancha, casas próximas a Juan Grande. Y es más, otra prueba del arraigo en esta isla del etnónimo guanche la encontramos en el ámbito deportivo: uno de los barcos de vela latina más galardonados en las regatas celebradas en las últimas décadas en la bahía del Puerto de La Luz, se llama El Pueblo Guanche. Y un club de lucha canaria de gran arraigo en el norte de la isla lleva por nombre’Los Guanches de Arucas’ . Solo por citar algunos ejemplos.
En Lanzarote encontramos: Cueva del Guanche, en el malpaís de La Corona, al noreste de la isla; Casas de los Guanches y Lajío de los Guanches, próximos a Los Jameos del Agua, y El Guanche y Peña del Guanche, en Femés.

En La Palma: Los Guanches, próximo a la Laguna de Garafía; Barranco y Fuente de los Guanches, en el interior del borde noreste de La Caldera; Eritas de los Guanches, un poco más al sur de los anteriores, esta vez en el mismo borde de La Caldera, a más de 2.100 m de altura, y Los Guanches, casas próximas a Jedey, al suroeste de la isla.

En La Gomera: Barranco de La Guancha, Cuesta de la Guancha, Degollada de la Guancha, Playa La Guancha y Costado La Guancha, los cinco próximos entre sí y cercanos a San Sebastián, la capital de la isla.

Y en El Hierro: La Guancha y Punta del Guanche, en la costa norte de la isla, al este del Pozo de Las Calcosas.

En conclusión: a la vista de todos estos datos, y como vengo repitiendo desde hace tiempo: Si en la actualidad todos los habitantes nacidos o arraigados en este archipiélago nos llamamos canarios en base a la isla de Gran Canaria (al principio se llamaba Canaria, y a sus habitantes canarios), ¿porqué los canarios no retomamos y adoptamos, de una vez por todas, ese sonoro y exclusivo gentilicio (reconocido a todos los niveles) que nos legaron nuestros mayoritarios antepasados guanches, aunque finalmente se tratara solo de los de Tenerife?

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