El pleno fuera del periodo de sesiones ideado inicialmente por el Parlamento de Canarias para convalidar o rechazar (harto improbable) cuatro decretos ley acomodó este martes quince preguntas de control para el lucimiento del Ejecutivo. Tras un no sorprendente retraso de treinta minutos, el presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres; el vicepresidente, Román Rodríguez, y los consejeros Julio Pérez, de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad; Blas Trujillo, Sanidad, y Alicia Vanoostende, de Agricultura, Ganadería y Pesca, respondieron a lo largo de una hora y media.
Los efectos de la pandemia de la covid-19 en sus vertientes sanitaria y socio-económica acapararon las intervenciones. En su turno, a continuación de Torres, Rodríguez metió siete millones de euros en el bote de las ayudas directas a los sectores más afectados por la crisis, con los siete millones aportados por Economía, Conocimiento y Empleo. El titular de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos anticipó que la cifra superará los ahora anunciados 172 millones de euros de un total de 400,8 millones extra, sumados a su vez a los 95,3 millones distribuidos desde marzo de 2020 por el cuatripartito entre el transporte aéreo, marítimo, la agricultura, los autónomos, la cultura y otros ámbitos productivos. El portavoz de Agrupación Socialista Gomera, Casimiro Curbelo, se frotaba las manos al tiempo que pedía premura. Román Rodríguez prometió rapidez y diligencia en el reparto. Al mostrar interés por las inyecciones fiscales de alivio a subsectores como la hostelería, el comercio y los gimnasios, la diputada de Nueva Canarias Esther González descargó adrenalina y tachó a la oposición de negacionista (sin usar este vocablo): “En lugar de proponer soluciones, algunos dirigentes políticos tergiversan la información para confundir a los ciudadanos”. Rodríguez se rascó los bolsillos: “Es muy importante la liquidez en momentos difíciles. Y hay dos caminos: los préstamos y el aplazamiento en el pago de impuestos [235,8 millones en el IGIC del primer trimestre de 2021]. Ni lo inventamos nosotros ni acabaremos con esta máxima”. Iñaki Álvaro Lavandera, del PSOE, espetó: “Si Canarias tiene que endeudarse para salvar su futuro, habrá que hacerlo. El oportunismo político impide que no sean capaces de valorar el gran trabajo que desarrollan los profesionales sanitarios”. Y Román Rodríguez apuntó: “Están disponibles 265 millones. Vamos a tratar que la fuente de financiación sea de fondos europeos. Si no, recurriremos a nuestros propios recursos. Eso significa remanente y deuda si fuera necesario”.
Previamente, Torres admitió que ninguna ayuda compensará todas las pérdidas de los autónomos y las pequeñas y medianas empresas: “Desde lo público estamos ayudando como nunca, gracias a lo cual hay una solución para salir del atolladero”.
Vidina Espino, de Ciudadanos (Grupo Mixto), reprochó que los “165 millones de euros” son “insuficientes y dependen de una carta” que Rodríguez mandará a la Comisión Europea.
En nombre de CC-PNC-AHI, Pablo Rodríguez denunció que el cuatripartito acude tarde o no llega: “Tenemos a 270.000 canarios en desempleo, 35.000 autónomos que han cesado su actividad y 4.000 empresas que han cerrado”. Torres replicó: “Hemos tomado decisiones menos drásticas que en otros lugares”.
Luis Campos (NC) se sacudió las “falsedades” y contabilizó más de 100 millones de euros desde marzo. Instó a pintar un panorama comparativo con otros territorios de España, “no para sacar pecho”, puntualizó, sino para predicar con el “ejemplo”. El mandatario regional mostró un cuadro.
Poco antes de que el Consejo de Ministros aprobara la prórroga de los ERTE (regulación temporal de empleo) hasta el 31 de mayo, Torres y Curbelo brindaron con burbujas de oxígeno.
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