Un guardia civil que se encontraba fuera de servicio logró evitar el asesinato de una mujer dentro de una tienda en la Plaza Mayor de Campo Real, un pueblo madrileño.
El agente redujo con técnicas de defensa personal al propietario del bazar, pareja de la mujer, cuando intentaba asfixiarla dentro del local.
José Javier, agente granadino, cuenta al diario Ideal que se topó con las escena por casualidad cuando volvía de una misa y los gritos de varios jóvenes le alertaron de lo ocurrido: “José, entra, que la está matando”. Al acceder a la tienda, se encontró con la mujer tendida en el suelo sobre un charco de sangre y a su marido asfixiándola con las manos.
“Me identifiqué, le dije que la soltara. No me hizo ni caso y y tuve que reducirlo. Le proyecté contra el suelo con técnicas de defensa personal y tuve que llevarlo fuera del local”, añadió. “Fui a por él, como lo habría hecho todo el mundo; reduje a una persona que estaba agrediendo a otra y nada más”, concluye.
La agredida fue atendida por personal sanitario del Samur en lugar de los hechos por sufrir contusiones en la cara, una brecha en la cabeza y abrasiones en el cuello.
Por su parte, el agresor fue trasladado a un hospital tras resultar herido en la discusión.