A lo mejor es sólo una sensación

Uno vive de sensaciones y uno tiene también la sensación de que la edición de un periódico de hoy vale para mañana y la de un telediario también. Es decir, que ya no molan las noticias, sino las crónicas. Sólo la crónica diferencia a un día de otro porque la imaginación del cronista supera con creces a la del periodista sentado en la mesa que repite como un loro lo que ocurre un día y otro, que es lo mismo. Los personajes que protagonizan el putiferio nacional son también los mismos y muy aburridos. Y, además, dicen constantemente idénticas memeces, por lo que han convertido nuestra existencia de cada día en un tormento chino. No se libra nadie. Aquí mismo, en Canarias, se producen cosas en la política a las que uno no sabe si responder con la risa o con el llanto. Voy a eludir comentarlas. Total, ¿para qué? Canarias no ha tenido política de verdad sino en los tiempos de Jerónimo Saavedra y acaso de Fernando Fernández. Y, si me apuran, de Manuel Hermoso. Lo demás ha sido filfa, serrín, poca cosa. Fernando Clavijo, por ejemplo, saltó de un programa juvenil de Canal 7 a la presidencia del Gobierno. Ángel Víctor Torres me parecía otra cosa, pero a lo mejor se quedó en concejal de Arucas, o cosa así. Buena persona, sí, pero ¿dónde están sus criterios para gobernar? En fin, que si les digo la verdad me da igual, porque uno ya tiene una edad en que las cosas le importan poco. Sólo quiero que no me duela la pierna y que no me entre el virus en una de esas escapadas inconvenientes. Pero ya dije que uno tiene la sensación de que todo esto es una mierda; y cada día que pasa, el tiempo y los acontecimientos me demuestran lo mismo.