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Milagros Luis Brito: “Todavía se sorprenden cuando hablo de fútbol, y acierto”

Hace más de 10 años que cambió la política por el Club Deportivo Tenerife. Aficionada al fútbol desde pequeña reconoce que los partidos, los prefiere escuchar por la radio, como hacía su padre. Estudió Geografía e Historia en la Universidad de La Laguna, aunque admite que lo que quería era ser periodista. El Puerto de la Cruz, su ciudad natal, es su debilidad y aunque no lo reconoce abiertamente, le hubiera gustado ser alcaldesa del municipio. De su etapa en la política valora el conocimiento que adquirió de las 8 Islas y ahora echa en falta más capacidad dialogante.
Milagros Luis Brito. / S.M.

-Del ‘tete’ por encima de todo ¿no?
“Claro, claro. Soy muy futbolera desde pequeña. Mi padre me enseñó a oír el fútbol por la radio y eso me marcó. Hoy en día sigo oyendo el fútbol. Cuando lo narran yo sitúo a los jugadores en el campo y siempre, por un motivo u otro, he estado rodeada de gente que le ha gustado el fútbol. Cuando me ofrecieron la oportunidad de coordinar el centenario del Club, no lo pensé porque son 100 años de reconstrucción de la historia de Tenerife y de Canarias. Son 100 años de sentimientos, con sus momentos malos y sus momentos buenos. Nunca se me olvidará la imagen de la autopista del Norte colapsada con los aficionados dando la bienvenida al equipo cuando el último ascenso. El fútbol es muchas cosas. Un deporte, un sentimiento y economía porque genera mucha actividad y empleo”.

-¿Y cómo es estar en esas reuniones de la Liga donde imagino sólo habrá hombres?
“Bueno, todavía se sorprenden cuando hablas de fútbol y aciertas. Los comentarios de ¡no sabes de fútbol! o ¡a ésta quien la puso aquí! son habituales, pero mire, hay que estar. Hay muchas mujeres que se van, pero es que creo que hay que estar para enseñarlos porque es la única manera de que las niñas tengan un referente. En el mundo de la gestión deportiva tenemos que seguir haciendo el esfuerzo por estar y, sobre todo, tenemos que conseguir que las niñas continúen haciendo deporte porque hay determinadas categorías (15/16 años) en las que abandonan el deporte. Los chicos continúan y las chicas abandonan el deporte de competición y con esto se pierden muchos elementos: primero en el aspecto de la autoestima y de la salud que van de la mano y, por otro, se pierden las cualidades de la mujer para hacer deporte y su visibilidad. Una mujer empoderada debe sentirse segura, y un elemento importante de esa seguridad es nuestro cuerpo. Cómo anécdota le diré que para el centenario estamos recopilando fotos. Una de ellas es de 1927 del Tenerife contra el Marino de Las Palmas y en el cartel ponía: Presidido por las bellas señoritas… Es el concepto que se le daba antes a la mujer. La visibilidad es determinante para ir rompiendo barreras”.

-Mañana lunes es el día de la mujer trabajadora ¿es usted de las que saldrá a la calle o se quedará en casa por responsabilidad?
“No, este año no toca. Y eso a pesar de que creo que una de las grandes perjudicadas de esta pandemia han sido las mujeres. Pero creo que por motivos sanitarios este año hay que ser prudentes. El año pasado estuve en la manifestación de Barcelona. Creo que es necesario recordar por qué celebramos el 8 de marzo y qué ocurrió ese día cuando la fábrica en la que trabajaban mujeres ardió y se murieron todas porque el dueño había cerrado las puertas por fuera para que trabajaran más. Eso hay que recordarlo, porque si perdemos la base de la reivindicación histórica del movimiento de la mujer nos estamos equivocando. Tenemos que ser conscientes de lo que nos ha costado llegar hasta aquí y, sobre todo, de lo que han pasado muchas mujeres para que nosotras estemos aquí”.

– Hace unos 10 años que dio carpetazo a la política ¿Qué pasó? ¿Acabó tan harta?
“Me siento muy orgullosa de haber participado en la construcción de Canarias y de que mis cargos de Gobierno me permitieran conocer el Archipiélago. Fue un privilegio como política”.

-Eso es lo positivo ¿Y lo negativo?
“El sobreesfuerzo. Hay que renunciar a muchas cosas y se pasan malos momentos, pero todo tiene sus etapas. Hubo un momento en el que dije: ¡Ya no tengo nada más que aportar aquí y no me necesitan! Tenía ganas de hacer otras cosas”.

-¿Y cómo ve la política ahora?
“Uff. Mire yo tuve la suerte de estar rodeada de grandes políticos con un gran desarrollo intelectual que discutían a muerte sobre un tema, pero llegaba un momento en el que se paraban y se ponían de acuerdo. Eran capaces de exponer todo lo que les separaba y después hacer un documento sobre lo que les unía. Esto hoy lo echo mucho en falta. En este momento me acuerdo de Adán Martín que me decía: ¡tienes que imaginarte la Canarias de 2030! y yo le decía, ¡pero Adán si estamos en 2002!. Ahora mismo, con la situación que estamos viviendo, sé de algunos que si hubiera vivido esta situación, las cosas serían bien distintas y ya hubieran dado un golpe en la mesa”.

-¿Te veremos como alcaldesa del puerto?
“Tuve un momento en el que sí hubiera sido, pero aquel momento pasó. Estuve dispuesta a dar el paso, pero ya he dejado de planteármelo. Eso no significa que desprecie el cargo. Sigo pensando que la experiencia más rica de mi vida pública fue cuando fui concejala del Puerto de la Cruz”.

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