Austria quiere volver a la normalidad lo antes posible y en un intento por volver a las clases en todos los niveles, pero sin disparar la curva de contagios de Covid, ha ideado una especie de dulce para hacer test del virus a los más pequeños. El objetivo principal es que no se den cuenta y no sufran molestias.
Y es que con la reapertura de los centros escolares, se teme que las variantes más contagiosas del virus se expandan, especialmente entre los niños.
La provincia austriaca de Burgenland ya ha reservado 35.000 pruebas por lo que cada niño de la región recibirá gratuitamente tres de estos test por semana.
Austria, con 8,9 millones de habitantes, suma hasta el momento 622.110 positivos, 22.331 infectados activos, 589.534 recuperados y 10.245 fallecidos.
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