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Lope

Han absuelto -la Audiencia Provincial- a Lope Afonso del delito de prevaricación y le han librado de la condena de 9 años de inhabilitación para cargo público que le había impuesto un tribunal penal inferior. Me alegro, porque el motivo siempre me pareció trivial: la autorización de un puesto en un mercadillo. Lope está destinado a ser alcalde de su pueblo, así que yo creo que el PP debe intentar convencerlo. Él no quiere: le va bien como abogado y representante de una importante aseguradora. Pero Lope Afonso debe volver a la política, porque es un valor que no se puede desaprovechar. Y porque el PP no anda sobrado de efectivos válidos. ¿Puede aspirar a más? Por supuesto, a cualquier cosa. Conozco a su familia desde hace muchos años. Es la misma familia de Paco Afonso, aquel gran alcalde y gobernador civil socialista, compañero de clase en el colegio de los Agustinos, del que me acuerdo un montón. Quiero decir que Lope es un portuense de pro, su padre era una bella persona, fallecida prematuramente, y su familia es una familia honesta y ejemplar. Me gustaría que Lope volviera a la política y me alegro de que la Sala de lo Civil haya puesto las cosas en su sitio, porque Lope Afonso no se merecía esa condena, tan extraña y tan poco comprensiva con los hechos. Ahora podrá decidir lo que va a hacer: si quiere seguir en su profesión de abogado o si desea regresar al servicio público. Me gustaría que optara por la segunda posibilidad expuesta, por los motivos ya aludidos, además de por razones del afecto que le tengo y del que le tenía a su padre. Para el Puerto, tener a Lope Afonso en la carrera hacia la Alcaldía sería un lujo. No voy a criticar la actuación del actual alcalde, que también es hijo de otro amigo. Pero me alegro de que Lope pueda volver.

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