
Este año, tras el estado de alarma, se observa una “acción reactiva” en el número de accidentes acuáticos, que se ha incrementado a 90, aunque se mantiene estable el número de fallecidos en relación al mismo periodo de años anteriores.
Así lo ha advertido el impulsor de la plataforma para la prevención de ahogamientos ‘Canarias, 1.500 km de costa’, Sebastián Quintana, que ha expresado su preocupación por el número de accidentados, un total de 90 casos de incidentes en entornos acuáticos.
Además, ha alertado de que solo en el mes de julio perdieron la vida dos menores por ahogamiento en Canarias y hubo un incidente con un menor en estado crítico y otro más en estado grave, algo que “preocupa muchísimo”.
Un niño, ha recordado, tarda apenas 27 segundos en morir ahogado, y “en el 95% de los casos con menores involucrado, se produce por falta o relajamiento en la vigilancia por parte de los padres”.
Este aumento del número de accidentes se debe a que “se están perdiendo o relajando las medidas de seguridad y autoprotección”.
El último pleno del Parlamento de Canarias aprobó que la comunidad de Canarias fuera el “primer territorio acuaprotegido del mundo”, que fue refrendada por todos los grupos del pleno.
A juicio de Quintana, es importante que esta proposición no de ley “sino a materializarse” para tener “más cultura de la prevención en entornos acuáticos”.
Para el impulsor de la plataforma las instituciones públicas siguen “de espaldas” a la realidad, en un camino que es “muy largo” en el que “hay que avanzar”.
Ha asegurado que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo están comprometidos con el reto, pero el Gobierno de Canarias lo hace “de una manera tímida” y aunque hay “acciones programadas” hay “mucho que hacer”.
La principal causa de muerte en Canarias “no son los accidentes de tráfico sino los ahogamientos” no solo por número de fallecidos sino que “se duplica la mortalidad”, ha recordado.
Las costas canarias “no son inseguras, al contrario, los que no son seguras son las personas” porque hay un “analfabetismo en materia de seguridad y prevención acuática”, ha dicho Quintana.