Sin jabón de manos en los lavabos y que compra el personal, trabajando con una fotocopiadora antigua, que según el propio servicio técnico, “está descatalogada y es de segunda mano”, humedad en la sala de bodas y documentos históricos desde el año 1871 y hasta el 2016 sin digitalizar y en libros, con el riesgo de que se pierdan. Estas son algunas de las carencias que tiene el Juzgado de Paz de Tacoronte, una institución que depende en sus atribuciones del Ministerio de Justicia y en Canarias de la Consejería de Presidencia y Justicia, pero cuyas instalaciones y medios dependen del Ayuntamiento.
Ubicado en la plaza del Cristo, se trata de un servicio público indispensable y obligatorio en cada municipio, dado que expide las partidas de nacimiento, defunción, bodas o divorcios y realiza las convocatorias para juicios o asuntos judiciales, entre otras competencias.
Debido a la importancia que tiene para los vecinos del municipio, la Plataforma Ciudadana Tacoronte Participa ha presentado un escrito en la Corporación local para que solucione estos problemas, a los que se suman otros como el hecho de que “no puede salir documento alguno físicamente por ningún servicio de correos ni mensajería, porque “el Ayuntamiento no ha pagado los servicios del correo postal”.
A ello se añade que el personal trabaja puertas abiertas en todo momento al público, “sin sugerencia alguna de funcionamiento por parte del Gobierno local” aunque para el resto de servicios municipales se requiere cita previa desde el confinamiento; que el trabajo ordinario se realiza “en el sistema operativo de Word 2007 y haciendo un correo electrónico propio en casa ante la ausencia de una tecnología adecuada en plena era del trabajo virtual”, y que todos los documentos se fotocopian y certifican en mano “porque el Juzgado no se ha digitalizado y no funciona en línea”.
Escrito de Tacoronte Participa
Todas estas denuncias constan en el documento remitido por el citado colectivo ciudadano en el que se añade que todos estos problemas han sido expuestos a instancias superiores “pidiendo auxilio y una solución urgente”.
Desde el mes de mayo se elevó la queja al Ayuntamiento, pues desde abril no pueden enviar correos postales, “pero aún esperan a que se digne a bajar alguien del grupo de Gobierno para saber lo que sucede o a dar alguna explicación o palabras de aliento a este servicio tan importante para los tacoronteros”.
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