El obispo ligó

El joven obispo de Solsona -que lo fue a los 41 años, ahora tiene 53- ha ligado con una joven escritora de novelas porno, de treinta y pico, y ha pedido al papa que lo releve. Ya Xavier Novell vive con ella en otro lugar de Cataluña, lejos de la que fue su diócesis. Es la consecuencia de ese corsé que la Iglesia impone a sus clérigos y a sus monjas. ¿Por qué? ¿Qué sacan con tenerlos a palo seco? Yo soy un encendido defensor de la abolición del celibato, que conduce a caminos de sacrificio innecesarios. Digo yo. El sexo es algo absolutamente imprescindible para que el mundo siga siendo mundo y quitarles a los eclesiásticos la posibilidad de ejercitarlo es una crueldad vaticana. Sobre todo teniendo en cuenta que los papas, digamos que en la antigüedad, eran unos crápulas, como nos ocultaban en la clase de religión y había que acudir a otros textos para saberlo. Yo soy un curioso de la historia y sé mucho de papas follantines, porque eran hombres. Lo mismo que son follantines los reyes, las reinas, las princesas, los taxistas y algún periodista -pocos, porque no tenemos encanto alguno-. Lo del obispo, bueno el ex obispo de Solsona, entra dentro de su condición de ser humano y yo no sólo soy incapaz de reprobar su comportamiento, sino que lo aplaudo. Ojalá que el clérigo y su novia sean felices y coman perdices en ese bello campo catalán donde disfrutarán de la vida. Si el papa argentino es tan progre, ¿por qué no aprovecha sus últimos años de pontificado y coge el celibato por donde proceda y dé libertad al clero para que ejerza sus funciones naturales a voluntad? ¿Cambiaría algo la Iglesia? Yo creo que la fortalecería, porque el no tener sexo la ha conducido a situaciones que la Iglesia hoy lamenta. La Iglesia y todas las personas sensatas. Seguro que esto origina polémica. ¿Y a mí qué?