Sancionan en Güímar al exalcalde, al diputado del Común y al eurodiputado López Aguilar

El diputado del Común, Rafael Yanes, ha confirmado que abonó la sanción impuesta por la Policía Local de Güímar por no cumplir, el pasado 15 de mayo, con las medidas COVID al estar presente en una reunión donde se sobrepasaba el límite de aforo en una vivienda particular de El Socorro, poco después de participar en la inauguración de la calle Carla Antonelli, antes denominada El Cardón, en el histórico caserío de la Virgen.

Pero no solo fue sancionado el exalcalde socialista de Güímar con 500 euros (300, si se pagaba sin recurso), sino que los dos agentes de la Policía Local que se trasladaron a la vivienda, tras la denuncia del vecino de la misma y coordinador del PP, Víctor González, levantaron el atestado y elevaron acta de sanción a otras diez personas que en ese momento se encontraban en el interior del inmueble, mientras que, por fuera del mismo, Carla Antonelli departía con algunos vecinos.

Entre esas diez personas se encontraban el entonces alcalde y hoy primer teniente de alcalde, Airam Puerta; el propio concejal de Seguridad y Policía Local, Cándido Gómez, y el eurodiputado socialista, Juan Fernando López Aguilar, a quienes aún no se les ha comunicado la sanción, supuestamente por orden del edil, según afirma Víctor González, quien, además, añade que “la Policía quería que yo pusiera los nombres y apellidos en la denuncia y desde entonces solo recibo amenazas y coacciones”.

Sí han recibido el acta de sanción, según desvela el denunciante, los propietarios de la vivienda, los hermanos Gonzalo y Pedro Damián Hernández, así como su madre y una tía, al igual que Laly González, directora general de Infraestructuras Educativas del Gobierno de Canarias.

Este periódico ha querido saber la versión de los sancionados, pero aquellos que han respondido afirman que no se les ha comunicado nada, algo que contrasta con el pago realizado por el diputado del Común, que así explicó lo sucedido, según su versión: “Después de la inauguración de la calle Carla Antonelli en El Socorro, a mediados del mes de mayo, fui a la casa de un amigo para saludar a su madre, que recientemente había enviudado. Subimos a la azotea tres personas con mascarilla en todo momento. Cuando salimos, vimos a dos policías a los que saludamos sin que ellos nos pidieran nuestra identificación. Hace unos días, tres meses después, me llegó una sanción porque el agente afirma que, contando a las dos señoras que estaban en la sala, era una reunión que superaba la cantidad permitida en aquel momento (6). Decidí abonarla ante la imposibilidad legal de poder contradecir el testimonio de un policía”.