
El sector del taxi en los municipios turísticos del Sur coge aire gracias a la progresiva recuperación turística que ha comenzado este verano, después de una pandemia que colocó a los profesionales del volante al borde del precipicio con el cierre de la planta hotelera.
Los taxistas de Granadilla de Abona, encargados de recoger el pasaje que llega al aeropuerto del Sur, permanecieron casi medio año con solo el 20% del servicio, lo que les obligaba a trabajar, aseguran, hasta 14 horas diarias para recaudar la tercera parte de lo que ingresaban antes del coronavirus. En las instalaciones aeroportuarias llegaron a operar durante ese tiempo apenas 16 vehículos de los 191 dedicados a esta actividad en el municipio.
Los profesionales granadilleros, como los del resto de la comarca sur, han recibido ayudas económicas de los gobiernos central y canario, Cabildo y, a diferencia de otros municipios, las subvenciones del Ayuntamiento se han tramitado como trabajadores autónomos. “No ha sido una ayuda directa, aunque se intentó en un par de ocasiones y, aunque había predisposición desde la Alcaldía, nos dijeron que técnicamente no era viable”, explicó a este periódico Víctor Ramos, presidente de la Asociación de Autotaxis Granadilla de Abona.
Ahora, por suerte, la realidad es otra. El servicio ha aumentado hasta el 66% en el Reina Sofía gracias a un mayor flujo de turistas procedentes del centro y norte de Europa y, sobre todo, del Reino Unido. “Ya cubrimos gastos, el turismo extranjero va cogiendo poco a poco fuerza; tenemos cada tres días aeropuerto y eso es un avance importante”, manifestó Ramos. A pesar de la mejoría económica, los números aún no cuadran para contratar empleados.
Ramos explicó que los aviones que aterrizan en el Sur son prácticamente los mismos que meses atrás, pero con la diferencia que ahora llegan llenos de pasajeros. “El tráfico aéreo es la mitad de antes de la pandemia, pero casi todos los vuelos vienen fletados”, indicó. La mayoría de las carreras del aeropuerto se realizan a las zonas turísticas de Arona y Adeje, donde se aprecia un mayor movimiento en las principales zonas de ocio, tanto diurno como nocturno.
Respecto a las previsiones de la campaña turística otoño-invierno, temporada alta en Canarias, el representante del sector se muestra moderadamente optimista: “AENA prevé un mayor tráfico aéreo, aunque algunos turoperadores, como TUI, son prudentes y pronostican un leve crecimiento, pero lo poquito que suba se va a notar”.
intrusismo
Por otra parte, el colectivo no oculta su preocupación con un problema que aflora en tiempos de bonanza turística y de reactivación económica: el intrusismo en el sector. Para tratar de combatir esta práctica se ha convocado mañana una reunión en el Ayuntamiento de Granadilla en la que participarán, además de una representación de los profesionales del transporte, Guardia Civil, Policía Canaria, Policía Local, inspectores del Cabildo y AENA. “Cuando vuelve el turismo, aparece el intrusismo, pero desde que hay presencia policial desaparece”, asegura Víctor Ramos, que lo explica con un ejemplo: “Los sábados, día de mayor movimiento en el aeropuerto, hacemos un par de carreras en dos o tres horas, pero cuando está la Policía podemos llegar a tres y hasta cuatro”.
Desde hace años, los profesionales del volante advierten del movimiento de personas en la terminal que “acosan” a los pasajeros a los que invitan a salir por otra puerta, donde les espera un coche de alquiler, un furgón o incluso un vehículo particular que les cobra a precio de taxi y muchas veces por adelantado. Por ello piden más controles, más presencia policial y mayor información en carteles sobre la ubicación de la parada de taxis en el aeropuerto. Además, recuerdan que esta práctica fomenta la economía sumergida y repercute negativamente en la imagen de la Isla.