El comisario jubilado José Villarejo ha asegurado este miércoles en el Congreso de los Diputados que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) inyectó al Rey emérito, Juan Carlos I, “hormonas femeninas e inhibidores de testosterona para rebajarle la libido, porque se entendía que era un problema de Estado que fuera una persona tan ardiente”, según declaraciones recogidas por El Español.
Villarejo ha atribuido esta decisión al exdirector del CNI Félix Sanz Roldán, del que ha dicho que pretendía ser el “lord protector de la Corona y acabó convertido en el pirómano torero (…). Sanz Roldán se ha marchado pero ha dejado de directora a su secretaria. Ahora está de pluriempleado, consiguiendo dinero para ir a Abu Dabi [a ver al Rey emérito]”.
El comisario Villarejo ha realizado estas declaraciones durante su comparecencia ante la comisión de investigación creada en el Congreso de los Diputados sobre la operación Kitchen, montada desde el Ministerio de Interior para arrebatar a la familia de Luis Bárcenas documentación comprometedora sobre el PP.
Durante su comparecencia, Villarejo ha asegurado que el caso Kitchen fue “una operación conjunta del Ministerio de Interior y el CNI” durante la presidencia de Mariano Rajoy, y se ha mostrado como una víctima del Centro Nacional de Inteligencia.
“Hay una triada tenebrosa”, ha asegurado, “formada por el CNI, el embrión de la Fiscalía Anticorrupción, que son 10 o 15 miembros de una secta tenebrosa, y Asuntos Internos de la Policía y la Guardia Civil, que son quienes deciden a quién se destruye con una total impunidad”.
A preguntas del portavoz del PP, Luis Javier Santamaría, Villarejo ha asegurado que el PSOE le pidió ayuda para poner en marcha el caso Gürtel, el caso Malaya y el caso Brugal como “operaciones políticas” contra el PP.
“Aunque yo era apartidista, estaba más a gusto trabajando para el PSOE que para el PP”, ha señalado Villarejo, quien a continuación a destacado el sentido de Estado que tenía el ex ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.
Preguntado por el llamado comando Rubalcaba, ha asegurado que “éramos un grupo de personas de confianza de Rubalcaba en la estructura del Ministerio de Interior”. En aquella etapa, ha asegurado, el PSOE le pidió ayuda para utilizar su entramado empresarial, con el fin de investigar el caso Gürtel.