El Gobierno de Canarias ha mostrado su preocupación por el aumento de los contagios de COVID-19 en el Archipiélago debido, sobre todo, al estancamiento de las cifras de vacunación en las personas de entre 20 y 49 años, por lo que ha anunciado la posibilidad de plantear nuevas medidas para fomentar la vacunación de este colectivo.
Asimismo, ante la posible llegada de casos importados, principalmente de Reino Unido, Alemania y países del norte de Europa, que están registrando altos índices de contagios, el Gobierno canario no descarta tomar medidas adicionales si se detecta que los controles que se realizan a los viajeros no son suficientes.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el viceconsejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo canario, Antonio Olivera, señaló que la vacunación sigue avanzando en las Islas pero a un ritmo “mucho más lento” que en semanas de anteriores debido a que “cuesta más avanzar” en el grupo etario 20-49 años.
Antonio Olivera indicó que a pesar de que se ha conseguido que el 85% de la población diana esté vacunada, insistió en la importancia que tiene que la población se vacune no sólo para salvaguardar su salud, sino también la del conjunto de la sociedad, tanto por una cuestión de salud como por sus consecuencias económicas.
Añadió que Canarias lleva varios días experimentando cifras de contagios que rozan los 200 casos diarios, por lo que considera imprescindible recordar que “no nos podemos relajar”, pues “el virus sigue estando muy presente en el conjunto de la sociedad”.
De hecho, resaltó que estas cifras ya han tenido sus primeras consecuencias y Fuerteventura ha pasado al nivel 2, al tiempo que advirtió que hay otras islas que si no cambian su trayectoria, también pueden verse en una situación similar.
Por otro lado, ante la proximidad de la Navidad y las celebraciones en las que se fomenta el contacto social, Antonio Olivera reiteró que hay que seguir manteniendo vigentes todas las medidas de protección: limpieza de manos, distanciamiento social, uso de mascarillas, etcétera, y quiso dejar claro que la voluntad del Gobierno no es prohibir la celebración de ningún tipo de evento, pero sí que éstos se realicen “con la debida prudencia y las debidas condiciones de seguridad sanitaria”.
En este sentido, señaló que el Ejecutivo ya viene trabajando, fundamentalmente con los ayuntamientos, para determinar cómo pueden mantenerse las fiestas lo más parecido posible a la normalidad, pero “teniendo en cuenta que todavía sigue el riesgo vigente y que hay que seguir vigilando que no se compliquen las cuestiones vinculadas a la epidemia”.
Olivera aseguró que el Gobierno de Canarias seguirá con ese trabajo de colaboración y, también, esperando a que el Consejo Interterritorial de Salud marque unas pautas y recomendaciones que sean de utilidad para abordar esta cuestión de forma homogénea en toda España.
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