el charco hondo

Los siete magníficos

Insaciable, Mark Zuckerberg propone ahora que pasemos buena parte del día en un mundo virtual (gobernado por él, y su ejército de programadores) donde trabajemos, hagamos deporte, nos entretengamos y relacionemos, estudiemos y, sobre todo, continuemos comprando bajo la lupa rastreadora del gobernador Zuckerberg. El fundador de Facebook cree que la red no da más de sí; nos quiere en su ciudad a todas horas, siempre, y no únicamente cuando naveguemos o manejemos aplicaciones, pretende -y conseguirá- que el mundo virtual no se apague cuando despegamos la mirada del móvil o el ordenador y que, sumergidos en la vida duplicada que ha creado, lo que veamos, oigamos o toquemos forme parte de la experiencia que supondrá convertirnos en ciudadanos del universo virtual o paralelo que nos arroja. Conectados a la red, bastarán unas gafas para que los usuarios podamos sumergirnos en una realidad alternativa donde, al parecer, nos estarán esperando los siete directores insulares a quienes -según informaciones malamente contrarrestadas- el grupo socialista del Cabildo de Lanzarote quiere subirles el sueldo, pasando de 52.000 a 85.000 euros. Hay más. Si bien solo los socialistas votaron en comisión a favor de un incremento salarial de tal calibre, y a la espera de conocer qué votará cada cual en el pleno de la Corporación, quienes con su abstención lo están dejando correr apuntan maneras como colaboradores imprescindibles -abstencionistas necesarios- para que el Cabildo pueda bendecir y oficializar que los directores insulares ganen lo que un presidente del Gobierno de España. A la vista está, si los siete magníficos pasan a cobrar 85.000 euros, Mark Zuckerberg se verá obligado a explicar cómo es posible que en el mundo paralelo que nos propone al secretario general de los socialistas canarios, Ángel Víctor Torres, y a él, se les hayan colado siete cargos de libre designación con sueldos impropios de la pandemia económica y social de Lanzarote, en particular, y de Canarias, en general. La intención de aprobar tamaña mejora salarial, multiplicada por siete, solo podría explicarse si quienes la han impulsado ya están viviendo en el universo alternativo del gobernador Zuckerberg -Meta, lo ha llamado-. Bueno será que el grupo socialista del Cabildo de Lanzarote meta en el cajón un incremento salarial que, con la que está cayendo en la calle, resulta insultante y obsceno.

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