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Sandra Vieira: “Yo hago ropa para mujeres delicadas y para hombres con clase”

Esta mujer emprendedora, nacida en 1983 en Barquisimeto (Venezuela), pero portuguesa de Madeira, puede catalogarse como una avanzada de la futura moda macaronésica, con fuerte presencia de sus prendas en el Reino Unido, España, Portugal y Australia

Sandra Vieira creaba sólo moda de mujer, pero la muerte de su padre le animó, en su memoria, a vestir también a los hombres. Esta mujer emprendedora, nacida en 1983 en Barquisimeto (Venezuela), pero portuguesa de Madeira, puede catalogarse como una avanzada de la futura moda macaronésica, con fuerte presencia de sus prendas en el Reino Unido, España, Portugal y Australia. En este último país estudió fashion designer (diseñadora de moda), una carrera de grado superior, en la mejor escuela de Sidney. Tuvo que limpiar casas para costearse los estudios. “Pero yo era feliz”, me dice. “Sólo la muerte de mi padre, a los 56 años, me hizo regresar a Madeira y rechazar un contrato muy importante que habría resuelto mi futuro. Pero todo esto me ha hecho más fuerte y en homenaje a mi padre, Virgilio Sosa –en Portugal prevalece el apellido de la madre–, he creado una línea de ropa masculina que está triunfando. Él fue un hombre ejemplar y siempre estará presente en mi vida”. Sandra es espontánea, cordial y habla de todo sin tapujos; y en varios idiomas. Viene a Tenerife con frecuencia desde su isla de Madeira, donde se ha construido una casa con su propio diseño. Ya se vende su ropa de mujer en Canarias. Es un referente de lo que se puede conseguir en las islas de la Macaronesia en esta industria, en su caso artesanal, cuidada, a medida, buscando las mejores telas, cuidando los detalles.

-¿Hay una moda para las islas?

“Bueno, las islas exigen determinados tejidos y determinadas alegrías en el diseño, luego se puede decir que sí”.

-Me dices que homenajeas a tu padre en tus diseños.

“Los diseños masculinos, que ahora se limitan a camisas, los hago en su honor. Fue un hombre que creyó en mí. Yo me fui a Australia buscando trabajo y tuve la suerte de poderme graduar en Sidney en lo que me gustaba, el diseño de moda. Primero para mujer; y, cuando él murió, decidí diseñar para los hombres también”.

-Australia es una especie de tierra prometida.

“Cuando iba a firmar el contrato de mi vida con una empresa importante de moda me llamaron de casa para decirme que mi padre se estaba muriendo en Madeira. Les pedí a los directivos de esa empresa que me esperaran y me dijeron que no. Fue el mismo día de mi graduación. No lo pensé: cogí un avión y regresé a Madeira para pasar las últimas horas con él. Yo tenía 28 años. Él enfermó a los 34 años y murió con 56; yo creo que estaba esperando a que yo terminara mi carrera para decirnos adiós. Fue muy triste”.

-Y empezaste a diseñar.

“Los comienzos fueron muy difíciles. En 2014 inicié la aventura y logré colocar las primeras prendas de ropa en los mercados de Portugal, España, Reino Unido y Australia. Fui muy poco a poco. Mi ropa está hecha a medida, para un determinado público y yo me siento a trabajar con una costurera que sigue mis patrones”.

-¿En qué se inspiran esos patrones?

“Defino mi moda como sensual. El pret a porter (lista para usar) tiene todavía muchas posibilidades. Pero si además lo haces, cuando sea preciso, a medida y logras que guste y dar el salto internacional, la conviertes en un negocio que puede ser muy rentable”.

-¿Una moda para ejecutivas quizá?

“También, porque para ir a la oficina necesitas lucir moderadamente elegante; diríamos que diseño un tipo de ropa pop casual, pero también elegante. No sé si me explico. Un tipo de ropa para la clase media/alta”.

-¿Y dónde la vendes?

“De momento, en tiendas multi marcas y va muy bien. Pero estamos metidos en la apertura de establecimientos exclusivos de la marca Sandra Vieira en Madeira, las dos islas mayores de Canarias y Portugal. Fracasó el proyecto de crear la moda macaronésica porque en Canarias no quisieron. La verdad, no estoy muy al día sobre lo que ocurrió, ni tampoco me interesa demasiado”.

-¿Hay en las islas oportunidades para la promoción de jóvenes talentos?

“Sí, algunas. Por ejemplo, el día 26 de noviembre empieza en Madeira la Fashion Weekend, en Calheta, cerca de Funchal. Ahí estarán mis diseños. En Canarias se han celebrado varios encuentros, pero no quieren saber nada de integrarse en una moda macaronésica; y es una pena.”.

-El hecho de residir, producir y trabajar en islas sale muy caro a la hora de vender después en continentes, ¿no es cierto?

“Sí, lo es. Los portes de las telas son caros, los reenvíos, ya confeccionados, también. Faltan ayudas. Diseñar es para mí un sueño, fabricar un vestido, igualmente. En Guimaraes (Portugal) me producen la ropa de hombre, por ahora las camisas que llevan el logo de Virgilio Sosa, la V y la S. En Madeira, la de mujer. Me siento con una señora artesana de la moda en Madeira para que ningún detalle de mis diseños se hurten a las prendas”.

-¿Has pensado en ampliar tus diseños a otros artículos?

“Sí”.

-¿Puedo saber a cuáles?

“Quiero crear relojes”.

-¿Y eso?

“Yo soy una enamorada de la moda, como creo que te he repetido, y no hay mejor complemento de la moda que un reloj bonito. Series limitadas de relojes; pero no me quedo ahí. Estoy con otro proyecto de lencería femenina y de trajes de chaqueta para mujer”.

-¿Las telas son un problema?

“No, mientras exista Italia”.

-Pero los tejidos italianos son caros. Mejor, China. ¿O no?

“No, por eso mis prendas no son baratas. De momento, China, no. Italia tiene unas telas de gran calidad y duran mucho más que las fabricadas en otros países”.

– ¿Qué es lo más difícil a la hora de crear moda?

“Te diré; yo creo que hay una premisa fundamental en el diseño de ropa, en la moda femenina. Y es adaptarla al cuerpo de la mujer. Que le quede como un guante. A mí me encanta diseñar prendas para mujer. Y en cuanto a la parte masculina, tengo menos experiencia, pero te diré que es completamente distinto el proceso”.

-¿La pandemia afectó a tus ventas?

“Sí, me afectó como a todo el mundo. Hubo una parálisis generalizada de las exportaciones, nos quedamos mucho tiempo en blanco. Afortunadamente tenía un colchón para sobrevivir. Ahora se ha reactivado todo. Nos hemos acostumbrado a vivir con ese sobresalto y ya es otra cosa”.

(Sandra habla con una mezcla de portugués y español que resulta gracioso. A mí la gente que es capaz de hacer esto, y además triunfar, me entusiasma. Porque creo que hay una juventud valiosa en el mundo, que necesita que se cite para dar ejemplo a aquellos que no dan golpe. Al fin y al cabo, sus padres fueron emigrantes portugueses a Venezuela. Hay muchos allí. Y madeirenses, sobre todo.

-También diseñas casas.

“He diseñado la mía. Comencé, en un terreno que me compró mi padre, a añadir módulos y me salió una casa muy bonita, que aún tiene que ser ampliada. No sé si la viviré o si vendrá alguien a comprarla antes, porque tiene muchos novios. En Madeira el terreno que rodea a Funchal es tremendamente caro, en el campo menos. Sí, el diseño de viviendas también me gusta, pero deja que me concentre en lo mío”.

-¿Estudias a las clientas antes de ofrecerles prendas de diseño?

“Claro, mi inspiración es la femineidad y el verdadero potencial que cada mujer tiene dentro. No puedes darle a una chica joven un vestido de señora mayor. Y en cuanto a trajes por encargo para ocasiones especiales tienes que saber cuál es esa ocasión especial y luego crearlo. Esto lleva un trabajo adicional que muchas veces es difícil de conseguir. Y el estilo también manda”.

-Se dice que el estilo es el hombre. Eso dijo el conde de Buffon.

“Y yo añado que la mujer también, por supuesto”.

-¿Sueñas con una marca, Sandra Vieira, a la altura de los más grandes?

“Soñar es gratis. Sueño con una moda bonita, me gusta contribuir a la elegancia y al estilo. Crear de manera sensual y cosmopolita, que llame la atención, pero sin pasarme. Lograr el equilibrio es enormemente complicado”.

-¿Por qué frecuentas Tenerife?

“Aquí me siento como en casa. Llevo años con negocios en la isla y voy a ser directora creativa de una firma local que ya ha empezado a exportar fuera. Los detalles los daré a conocer más adelante, pero en Canarias van a tener noticias mías muy pronto. Además, mis diseños ya se están vendiendo en Canarias, que es un mercado excelente, sobre todo por sus doce millones de visitantes al año”.

-O sea, que te veremos más a menudo.

“Yo vivo en una isla maravillosa, pero esta también lo es. Vengo con frecuencia y aquí en estas islas también desarrollaré parte de mis proyectos y promociones. Espero que nos veamos”.

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