
El Batallón de Zapadores de la Brigada Canarias XVI y la Agrupación de Apoyo Logístico 81 terminaron de retirar ayer el puente tipo Bailey que habían colocado el pasado mes de julio, en el capitalino barrio de San Andrés, mientras se rehabilitaba el histórico paso que une, desde el año 1935, este pueblo pesquero con los grupos de población que se encuentran pasado el barranco.
Un puente que fue declarado en situación de emergencia por parte del propio alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, después de recibir un informe técnico que determinaba que esta infraestructura no se encontraba en buen estado y que suponía un riesgo para conductores y peatones. Algo que le hizo actuar de inmediato y pedir ayuda al Ministerio de Defensa.
Un puente, el militar, que tardó en montarse cinco días y que permitió que los vecinos del Macizo de Anaga no se quedaran incomunicados. Y es que, de no ser por este paso, habrían tenido que llegar a sus viviendas y negocios a través de la carretera que conecta la ciudad de San Cristóbal de La Laguna con la zona, un recorrido que cuenta con muchas curvas, con carreteras estrechas y con una duración de una hora y media. Las obras de rehabilitación se demoraron ocho meses.
función
El puente militar ha cumplido su función y ha sido retirado una vez la pasarela histórica de San Andrés ha sido reparada y abierta al público. Al menos la parte de arriba. Y es que la de abajo se abrirá, a más tardar, el jueves de la próxima semana.
Así lo indicó hace unos días a DIARIO DE AVISOS el concejal de Infraestructura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Dámaso Arteaga, que justificó el retraso de los trabajos en el desabastecimiento que existe a nivel mundial a raíz de la pandemia de la COVID-19. Algo que ha provocado, según señala el edil, “una demora a la hora de recibir los suministros y los equipamientos para terminar la obra”.
Ante esta situación, los vecinos se muestran “contentos, porque recuperamos la normalidad y porque se asegura la movilidad, pero, a la vez, “disgustados”, ya que “seguimos pensando que esto no tenía que haber ocurrido nunca”, señaló a DIARIO DE AVISOS Luján González, presidente de la Asociación de Vecinos La Voz del Valle Taganana. Este considera que “hubo descuido y dejadez por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz, que no tomó cartas en el asunto, y que sabía, desde hacía mucho tiempo, por parte de los vecinos, que el puente de San Andrés estaba en muy mal estado”. Luján González aseguró que los vecinos no se sienten bien atendidos y señaló que “nos han prometido muchas cosas que no se han cumplido”. Tal es su descontento con la Administración local que indicó que lamentan “haber perdido el Ayuntamiento, en su momento, para pasar a formar parte del de Santa Cruz, que parece que solo se encarga del centro. Estamos unidos a la capital no porque queramos. Sabemos que es muy complicado y que, en cierto modo, es una utopía separarse, pero no nos sentimos bien. Respetamos al Ayuntamiento, pero no nos sentimos Santa Cruz. Se habla de la ciudad, pero no del municipio”. Duras palabras de este representante vecinal, a pesar de que el edil de Infraestructura, Dámaso Arteaga, dijo en este mismo periódico hace unos días que durante todo el periodo que duró la obra, el Ayuntamiento estuvo en contacto con los vecinos para reducir las molestias y para facilitar la llegada de turistas a estos núcleos, que reciben tantos visitantes.
OTRA PASARELA MÁS
Dámaso Arteaga desveló a DIARIO DE AVISOS que desde el Consistorio trabajarían duramente para montar otro puente, a lo largo del próximo año, justo donde hasta ahora ha estado instalado el militar, para hacer más fácil la movilidad de los locales y visitantes del Macizo. Algo que los vecinos ya habían reclamado en una manifestación en julio.