En medio de tanto maridaje y de tanto cuento culinario aparece Carlos Gamonal júnior, que aprendió de su padre, Carlos Gamonal senior, con un libro editado primorosamente por Turquesa, Sabores canarios. Y en el libro se combina cocina canaria novedosa y tradicional, que hay para todos, con unas vistas maravillosas debidas a la cámara de Jordi Verdés Padrón. Y entre la cocina y el paisaje saltan los pensamientos de Carlos, que es un pensador y que sabe arrancar música sus guisos, como pueden comprobar en el mesón El Drago o si piden la comida a casa; da igual. Bueno, no da igual, yo prefiero siempre ir al restaurante. El libro, que será presentado uno de estos días, será un éxito porque no es un recetario al uso, sino que contiene toda la sabiduría de la cocina canaria y la creatividad de un enorme chef, que lleva el arte de dar de comer en la sangre. Su padre trabajó en la cocina del Connaught, donde una habitación standard cuesta más de 600 euros diarios y donde se mueve la élite de los londinenses y de quienes visitan Londres con posibles. Gamonal padre y su hija Priscila tuvieron una vez el mejor restaurante de Tenerife de su época, en Playa de las Américas; pero a Carlos empezó a fallarle la máquina y paró. Mas la tradición sigue pues su hijo Lucas es un enorme repostero, de Carlos hijo ya he hablado –y de su libro-y Priscila, que es la más academicista de todos ellos, es la gerente de El Drago; así que ahí lo tienen todo. O casi todo. Y esta crónica que iba a dar noticia del libro resulta que se convierte en un homenaje a la familia y mucho que me alegro. No duden en adquirir este libro cuando llegue a las librerías. Recetas magistrales y paisajes bellísimos. Un éxito editorial -otro- de Turquesa.
