conversaciones en los limoneros

“Hacienda no ve con buenos ojos nada que sea bueno para Canarias”

José Carlos Francisco, economista, escritor y presidente de la CEOE-Tenerife
José Carlos Francisco, presidente de la CEOE-Tenerife. | Fran Pallero

En cincuenta y dos años de profesión es la primera vez que entrevisto a un libro. Me voy a explicar. Quedé con José Carlos Francisco (Santa Cruz, 1960), presidente de la CEOE de Tenerife, en los Limoneros para mi conversación periodística semanal. Y no había leído todavía –ya sí lo he hecho, exhaustivamente- su quinto libro: El gran problema. Canarias se aleja de Europa, en el que figuran casi todas las respuestas a mi cuestionario previsto. Y, entonces, al margen de la agradable charla que duró tres horas, me di cuenta de que la interviú la contestaba un libro que considero de lectura imprescindible para quien se sienta canario y empresario. Un libro sencillo, de respuestas también sencillas y escrito con la lucidez de quien sabe muy bien lo que dice. Economista por La Laguna, especialista en Teoría Monetaria por el Banco de España, ha sido profesor de la Universidad lagunera, consejero del Cabildo de Tenerife y consejero del Gobierno de Canarias dos veces (Hacienda y Sanidad y Consumo). Ya digo, el libro al que entrevisto es el quinto de su autor, que preside la empresa de consultoría y análisis estratégico Corporación 5, radicada en Canarias. José Carlos Francisco ha sido viajero infatigable; y lo será otra vez cuando pase la ola y, casualidades del destino, una vez le betunaban los zapatos en una estación de trenes de Nueva York y, codo con codo, hacía lo mismo el demócrata Michael Bloomberg, fundador de la cadena de televisión económica y financiera del mismo nombre. Bloomberg más tarde sería alcalde de la ciudad y tenía, en 2019, un patrimonio neto de 54.000 millones de dólares. Once años lleva José Carlos presidiendo la CEOE y dice que ha llegado la hora del relevo. Cuando le pregunto por el sustituto, responde:

“Oye, esto no es el PRI. No hay un tapado, sino que los afiliados a la CEOE tienen la palabra. La primera y la última”.

-En menos de 150 páginas has hecho una radiografía de Canarias. Has diseccionado nuestra economía.

“Pues mira, yo creo que es menos rompedor este libro que, por ejemplo, aquel en el que proponía soluciones imaginativas para cambiar el rumbo económico de las islas”.

-Sí, proponías que España aflojara la presión fiscal sobre Canarias, crear una zona de baja tributación. Casinos, centros financieros y todo aquello.

“El problema está en que la Hacienda española no ve con buenos ojos nada de lo que sea bueno para los canarios”.

-¿Cuál era el núcleo del proyecto?

“Una zona de baja tributación, la ZEC, pero con más ventajas que las que finalmente se aceptaron, sobre todo en el sector financiero y de los seguros. Y que el comercio siguiera conservando los atractivos de antaño y que tú pudieras venir a Canarias a comprarte un Rolex y con lo que te ahorrabas por no comprártelo en París te pagabas además unas vacaciones”.

-¿Eso era como regresar a los puertos francos?

“No exactamente, porque probablemente Europa no lo iba a permitir. Pero sí otorgar a Canarias las ventajas necesarias para que las islas no se alejen cada vez más de esa Europa, como está ocurriendo”.

-Y, oye, cada vez tenemos aquí en las islas más víctimas de la Agencia Tributaria.

“Dímelo a mí, que me estuvieron siguiendo y haciéndome hasta fotos mientras comía en este restaurante; total, para levantarme un acta de 3.000 euros”.

José Carlos Francisco, presidente de la CEOE-Tenerife. | Fran Pallero

-¿Y qué pretendes con este libro?

“Intento no ser nada pretencioso. Pero no quiero seguir dándome cabezazos contra la pared sino exponer unas reflexiones, compartir mi preocupación por el futuro”.

-¿Negro?

“Bueno, diría que salvable, echándole imaginación y sentido común. Algunos se llevaron las manos a la cabeza cuando yo apoyé que Canarias albergara una base de la OTAN. Ahora se va a construir una base marroquí y norteamericana frente a nuestras narices, en la antigua Villa Cisneros. ¿Sabes cuánto dinero deja al día una instalación de este tipo? Millones de euros”.

-Económicamente, tú sostienes que estamos a años luz de Europa, incluso de España.

“En 2019, nuestra renta estaba al 82% con relación a la española. No te cuento la de los años 20 y 21 porque entraríamos los dos en una depresión”.

-Quizá haga falta que nos agitemos, como se han agitado otros territorios autonómicos.

“Pongo el ejemplo de la rana y el caldero. Si metes a una rana en un caldero de agua hirviendo, salta, se escapa. Pero si el agua está tibia la rana no se da cuenta, se va cociendo poco a poco y se muere sin apenas enterarse. Arrastramos un conformismo que no nos beneficia. Decimos: no estamos tan mal y resulta que nos hemos acostumbrado a vivir como una sociedad de tercera”.

-El éxito se desprecia, se castiga por parte de la autoridad económica.

“Es tal y como dijo aquel autor italiano, que sostenía que Italia era permisiva para todo, excepto para el éxito, sin darse cuenta el Estado español que quien arriesga tiene perfecto derecho al éxito, no a que lo castiguen por ello. Es preciso ser friendly con el emprendedor, no perseguirlo y multarlo porque ha triunfado”.

-¿Está asegurada la transición empresarial en Canarias?

“El cambio generacional no es sencillo, tampoco está asegurado. Algunas empresas disponen de recambios familiares y otras no. La gente con 40 años está mejor formada que nosotros, maneja mejor las nuevas tecnologías, pero es preciso que los más jóvenes den el paso”.

-Ahora le pregunto al libro, usando su gran paradoja, por los problemas más dramáticos de estas benditas islas.

“Un observador de la economía de las islas destacaría rápidamente dos características: una altísima tasa de paro, impropia de una región desarrollada, y un sector turístico grande y competitivo a nivel europeo”.

-Luego…

“Equivale a decir que en los últimos cuarenta años nuestra media de paro ha sido del 21%, pero entre 1997 y 2008 la tasa llegó a bajar al 10,45%, porcentaje que cortó de raíz la crisis inmobiliaria y financiera de 2008. Y hoy podremos encontrar una respuesta a esta gran paradoja, citando a Canarias como territorio de inmigración teniendo esa tasa de desempleo tan alta. En las islas residían 110.000 extranjeros en 2002 y ahora esta cifra está en 360.000, con un saldo migratorio anual de 13.000 personas. Yo doy cifras, juzga tú”.

-Compara nuestro paro con el de Europa.

“Y con el de Estados Unidos, que está en el 4%; con Alemania y el Reino Unido, 8,1%; y con el de la propia España, que es del 15%”.

-Le vuelvo a preguntar al libro. Es que aquí quien no trabaja tiene un subsidio y a lo mejor no le interesa el esfuerzo.

“Efectivamente, en las islas existen a veces preferencias por el subsidio de paro y alguna chapuza frente a un salario bajo. Y esto incluye a las corporaciones locales, que contratan trabajo precario de seis meses. Quienes lo consiguen trabajan esos meses y vuelven al paro y se presentan a la siguiente convocatoria de trabajo precario. Todo esto intenta justificar la paradoja de una economía que no tiene su problema de desempleo en la falta de creación de empleo”.

(No es un secreto, yo mismo lo he denunciado muchas veces en los últimos años en mis artículos. José Carlos dice en su libro: “Hay algunos lastres derivados de los muchos niveles de Gobierno: Unión Europea, Estado, Autonomía, cabildos y 88 ayuntamientos y, por tanto, mucha regulación, más fiscalización, más lentitud, más interpretación y menos seguridad jurídica”. Y un empleo público que representa el 20%. Añade: “Canarias está más rezagada y no deja de alejarse de la renta per cápita europea y española”. El libro deja la puerta abierta al optimismo: “En mis estimaciones, la recuperación abarca desde mediados del pasado 2021 al segundo trimestre de 2023… pero no todo el mundo superará los impactos en sus cuentas de resultados y los concursos de acreedores convivirán con una economía que en términos agregados crecerá”).

-Y los emprendedores, ahogados por el “no” de las administraciones –le pregunto al libro, que responde antes incluso de quien lo escribió:

“Ese “no” por precaución, por el qué dirán, por desconocimiento, por envidias, nos está sumiendo en un desempleo crónico y en una pérdida de renta continua frente a España y Europa. No es nada malo apoyar al emprendedor y buscar los resquicios jurídicos; en suma, plantear que el “no” es inferior socialmente al “sí”.

-Vuelvo al autor. ¿Por qué España no nos respeta?

“Nos tiene que respetar. Ya es hora de que ese respeto se manifieste. Yo me he quejado de que el REF, que es nuestro Fuero económico y fiscal, no ha sido jamás entendido por el Gobierno de Madrid. Canarias dispone de un Fuero, pero no lo aceptan y esto será culpa de alguien, ¿no? Fíjate lo que ha pasado con la reserva de inversiones (RIC), que es un beneficio inversor que no le gusta tampoco a Hacienda y que el Gobierno de Madrid no ha sido capaz de aplazar para mitigar las consecuencias de la terrible pandemia”.

(Dice José Carlos en su libro: “La RIC no ha hecho otra cosa que recibir palos de la izquierda política y de los sindicatos. Hasta tal punto de que cuando ha gobernado la derecha ésta ha hecho modificaciones dificultando también su aplicación”.)

-No te digo nada de la beligerancia de la Agencia Tributaria.

“Ha sido beligerante y restrictiva, hasta el punto de que la litigiosidad es muy alta y muchos empresarios han renunciado a aplicar la RIC para conjurar problemas futuros”.

-Quizá por esa incomprensión se nos están yendo los jóvenes emprendedores.

“No lo dudes. Un joven emprendedor dice: me monto en Portugal, con mucha menor tributación; o en Andorra, donde pago el 10% de impuestos, y estoy al lado de España. Date cuenta que la riqueza se puede obtener ahora con un ordenador y una buena fibra óptica. ¿Para qué residir en España si te equivocas en 140.000 euros y ya incurres en un delito penado con cárcel? ¿Qué presión es esta?”.

(Las multas usurarias de la Hacienda española han sido denunciadas ante la Unión Europea. No hay parangón con relación a otros países. La obsesión persecutoria, la presión al contribuyente ante el exagerado gasto público, los errores en la administración del Estado, los gastos impropios de gobernantes incoherentes son el resultado del afán recaudatorio final, porque las cuentas hay que equilibrarlas. Esto no lo dice el libro ni su autor, pero lo digo yo. No hay derecho).

-José Carlos, voy a terminar con un ejemplo demoledor de tu libro El gran problema. Y perdona que me acerque al libro y me aleje del autor otra vez.

“Adelante”.

-Dice el autor:

“En el año 2012, la NASA otorgó el premio a la mejor foto del año al volcán que hizo erupción en aguas de El Hierro. Ganó con el 91% de los votos. El satélite Earth-observing-1 fue el que captó las señales de la erupción submarina. Alpidio Armas, entonces presidente del Cabildo herreño, reaccionó de inmediato: “Hemos recibido una noticia muy feliz; el premio de la NASA es de todos” De parecida forma se expresó la mayoría de los responsables públicos, incluida Verónica Montero, consejera insular de Turismo o Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias. Lo que nadie recordó entonces fue que, aproximadamente quince años antes (1996), cinco mil personas con el presidente del Cabildo y los alcaldes de Valverde y La Frontera al frente –el Ayuntamiento de El Pinar tardaría algo de tiempo todavía antes de su constitución–, se manifestaron en contra del proyecto de instalar una estación de lanzamiento de satélites en la isla, que ya contaba con una dotación presupuestaria de 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros) en los Presupuestos Generales del Estado”.

-Palabra de José Carlos.

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