El Ayuntamiento de La Orotava ha propuesto al Gobierno regional la concesión del Premio Canarias, en la convocatoria de este año y en la modalidad de Cultura Popular, a la Asociación de Alfombristas Villa de La Orotava. La propuesta se aprobó por unanimidad en el pleno ordinario de diciembre.
El alcalde villero, Francisco Linares, resalta que esta entidad cultural, sin ánimo de lucro, “es bien merecedora de este especial galardón”, y recuerda que en 2015 recibió la Medalla de Oro de Tenerife y en 2017 el Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava. También es Medalla de Oro de la Villa de La Orotava; del CIT del Puerto de la Cruz; Premio CICOP (Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio) y Amable del Turismo del CIT de La Orotava, siempre en reconocimiento a su trayectoria y lucha por conservar y difundir las tradiciones canarias y el valor de este singular arte efímero. La Asociación de Alfombristas de La Orotava se constituyó el 14 de noviembre de 1991 con el fin de preservar y fomentar la tradición del alfombrismo en el municipio, de gran raigambre desde el siglo XIX y con destacada proyección nacional e internacional. Está constituida por los alfombristas, entendiendo como tales a las personas que participan directamente en la confección de las alfombras de flores que se realizan en las calles de esta localidad norteña, así como en el magno tapiz de tierras naturales del Parque Nacional del Teide que se elabora cada año en la plaza del Ayuntamiento.
El objeto de esta asociación es atender a la organización, realización, fomento, conservación, defensa y difusión de las alfombras, tanto en su vertiente de flores como en la de tierras naturales, en honor del Corpus Christi.
Además, la asociación organiza durante el año otras actividades como la gestión del Centro de Arte Efímero (Museo de las Alfombras) y de la Escuela Municipal de Alfombristas, la participación en congresos internacionales y la organización de conferencias.
Este año el colectivo celebra el 175º aniversario de la elaboración de la primera alfombra en la Villa, hito que marcó una impronta que ha llegado con fuerza hasta hoy y que la Asociación protege para que asimismo llegue vigorosa a futuras generaciones.
La gran aceptación que esta práctica de arte efímero ha tenido en la Villa propició que esta localidad fuese foco de expansión del alfombrismo hacia otros municipios de Canarias y reconocida a nivel internacional.
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