
El consulado italiano en la capital tinerfeña cesará su actividad el próximo jueves y centrará todos sus servicios en la oficina consular abierta en Playa de Las Américas (Arona). Además, Silvio Pelizzolo dejará el cargo de cónsul honorario después de casi 18 años y la representación del país en la provincia la desempeñará un funcionario de carrera, según ha podido saber DIARIO DE AVISOS. El nuevo agente consular es Gianluca Cappelli Bigazzi.
La medida ha sido acogida con sorpresa e indignación entre la numerosa comunidad italiana residente en Tenerife. Al menos esas son las señales que transmiten varios representantes consultados por este periódico que anuncian movilizaciones para evitar el cierre de las dependencias de Santa Cruz y la destitución de Pelizzollo, ya que consideran que su cese empeorará el servicio y se resentirá la proximidad a los compatriotas y a las instituciones locales.
Según pudo conocer este periódico, la embajada italiana en España argumenta que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación español no autoriza la creación de un consulado de carrera donde ya existe otro honorario, un extremo que fuentes diplomáticas ponen en duda al recordar que esa doble figura ya existe con otros países como el Reino Unido.
Al parecer, la estrategia busca centralizar los servicios en Arona para toda la comunidad italiana en el Archipiélago, lo que conllevaría el cierre también de la oficina de Gran Canaria, pero la intervención de las administraciones públicas de esa isla mantiene frenada la medida, indican fuentes del consulado.
Se calcula que actualmente 30.000 italianos residen en la provincia tinerfeña, la mayoría en el Sur, donde la cifra no para de crecer. Sirva como ejemplo el número de empadronados en Arona, 11.500, según los últimos datos del Ayuntamiento. El propio Pelizzolo ha comentado recientemente que siguen llegando muchos jubilados y que su correo “se llena todos los días de gente que quiere venir a montar un negocio”.
El cese de la actividad de la oficina de Santa Cruz el próximo día 20 obligará a los italianos residentes en el área metropolitana y norte de la Isla a desplazarse hasta Playa de Las Américas, pero también se teme que se pierda gran parte de la relación con la sociedad tinerfeña y sus representantes, aspectos que Pelizzolo “cultivaba mucho con su presencia en todo tipo de actos públicos, desde procesiones a todo tipo de actividades culturales”, aseguran las fuentes consultadas, que sostienen que un funcionario de carrera “no fomenta esa cercanía porque no tiene tanta presencia; está un par de años y después llega otro para empezar de cero”.
Guido Gianoli, presidente de la Asociación Benéfica Italo-Canaria, ha creado una plataforma para frenar la clausura de las dependencias de la capital tinerfeña. Ya ha comenzado a recoger firmas y abrirá una ronda de reuniones con cargos públicos y entidades privadas para recabar apoyo institucional. “Si queremos sumar y resulta que restas, ¿dónde está la mejoría?”, se pregunta.
“Los funcionarios del Estado vienen, cobran, abren a una hora, cierran a otra y si te he visto no me acuerdo”, asegura Gianoli, defensor de la labor desarrollada por el cónsul honorario hasta la fecha. “Silvio lleva 18 años, conoce como nadie esta tierra, su problemática y su realidad; está las 24 horas a disposición de la comunidad y de cualquiera que requiera sus servicios. Ante una emergencia, aunque sea de madrugada, siempre responde. Está cerca del pueblo y eso se puede perder”, indica.
El impulsor de la plataforma insiste en que es “fundamental” mantener una agencia consular en Santa Cruz y recuerda que la comunidad italiana ha aumentado en los últimos años de manera “exponencial”.