Una de las pintadas más graciosas que me he encontrado en las paredes fue la que rezaba: “San Valentín son los padres”. He leído grafitis muy buenos. Ustedes saben que para los venezolanos las hallacas de la madre de cada cual son las mejores; no falla. Pues en un muro de Caracas, me parece que en el barrio de Las Mercedes, muy cerca del Tamanaco, leí lo siguiente (probablemente de parte de un hijo abrazado a la cruda realidad): “Las hallacas de mi mamá son una mierda”. Ya les he hablado de un lema que hice nuestro en la desaparecida y recordada Radio Burgado. Lo copié de una pintada, en español, muy cerca de la Universidad de Heidelberg, durante una visita a aquella ciudad: “Lo ideal es ilegal”. Yo creo que la idea procede del Mayo francés, un recordado mes aquél (1968) en el que todo el mundo estuvo en Francia, pero donde había gentuallo y peludos fue en París. Qué decir de la habitual venganza del colegial malcriado, abandonado por su novia: “Laura puta”. Y, debajo, un purista escribió: “Te faltó la coma”. Las leyendas de los váteres tienden al mal gusto, pero alguna graciosa he leído, sin que venga al caso su reproducción. Recuerdo otra muy buena que me enviaron, tomada de la Internet, pero no era un grafiti, sino más bien un cartel: “Se pintan casas a domicilio”. Otra ocurrencia en la red de redes, sin que se sepa a ciencia cierta a quién se refiere, reza así: “Se oye, se siente, me cago en el presidente”. A una farmacia le pintaron la puerta de corredera con una obviedad: “Si estás malito, ven”. Y un creyente convencido protegió de forma adecuada el muro de su casa: “No mees aquí. Cristo te ama”.