Por José Juan Sansó Fernández.
Vaya por delante que consideramos a don Óscar Izquierdo, presidente de Fepeco, una persona ilustrada y muy preparada, y, muestra de ello, es la oportuna defensa que realiza de las centrales hidroeléctricas reversibles como elemento fundamental para la penetración de las renovables, dado que, mientras no existan estas instalaciones, la red solo podrá dar cabida a un 50% como máximo de renovables para que quede garantizada la estabilidad del sistema.
No obstante, nos gustaría hacer unas “pequeñas puntualizaciones” a sus recientes declaraciones en un medio de Tenerife.
En primer lugar, exagera el presidente de la patronal y, al hacerlo, falta a la verdad al decir que Europa da la consideración de renovables a la energía nuclear y al gas. Lo que ha ocurrido es que el Parlamento Europeo ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión de incluir el gas y las nucleares en la taxonomía verde, equiparando estas dos tecnologías a aquellas, en los programas de finanzas sostenibles. En otras palabras, estas dos tecnologías se podrán beneficiar de la financiación verde europea de igual manera que las renovables, pero en ningún caso se les pasa a considerar renovables.
En segundo lugar, despacharnos a los que nos oponemos a la introducción al gas con la expresión “ infantilismo ecologista”, cuando todavía no se han apagado las cenizas de otro devastador incendio en Tenerife, con una relación inequívoca con el calentamiento global generado por la quema de combustibles fósiles como el gas, es como poco una imprudencia.
En tercer lugar, somos muchos los canarios que estamos orgullosos de tener un gobierno autónomo que se plantee hitos valientes como la Ley de Cambio Climático o su Ptecan, que explora otras actividades distintas al asfalto y el ladrillo.
En cuarto lugar, indicarle modestamente, una cierta contradicción que se desprende de sus declaraciones. Estamos de acuerdo que con la situación actual solo se permite una cantidad determinada de renovables en la red. Si ahora se da la entrada al gas para generar electricidad, lo que se está haciendo es perpetuar la situación actual, con la única diferencia de que se consumirá gas en vez de fuel, pero con la misma limitación de renovables. Por tanto, ¿de dónde sale que introduciendo el gas se acelerará la descarbonización? Además, ¿qué opinarán los vecinos de Santa Cruz, que después de padecer durante años la contaminación de una refinería, cuando consiguen que se desmantele, le ponen una planta de gas natural altamente contaminante en pleno puerto?
Pero, obviando estas “pequeñas puntualizaciones”, compartimos la preocupación de don Óscar por la falta de información del comienzo de los trámites de un bombeo en Tenerife, sea Güímar u otra la ubicación definitiva, dado que la lucha contra el Cambio Climático no se puede permitir una exigua penetración de renovables en la isla y encima, la poca que hay, se tenga que someter a vertidos energéticos continuos porque la red no es capaz de absorberla.
En definitiva, la crudeza del cambio climático, que ya estamos comenzado a percibir, no admite transiciones ni pasos intermedios para llegar a los sistemas 100% renovables, lo que se requiere es un cambio acelerado hacia las energías renovables catalizado con una buena dosis de bombeo y acompañado por un vector energético como el hidrógeno verde. La tecnología lo permite, la economía lo necesita y el medio ambiente lo demanda.
- *Portavoz de Salto a la Transición Ecológica