tribuna

A Binter lo que es de Binter

Por Ana María González Mafud. Hace apenas unos días llegué a Tenerife para disfrutar de unas vacaciones en la finca de don Juan Ramos. A mi esposo y a mí nos hacía mucha ilusión compartir con la familia, y muy especialmente con nuestro nieto Nicolás, un hecho de seguro muy normal en estas fechas del año: descanso, encuentros, disfrute; en fin, el verano.
Una espléndida sorpresa nos aguardaba, sin embargo, antes de llegar a nuestro destino; viajábamos en Binter. Si bien teníamos algunas buenas referencias de la compañía, todo resultó pequeño ante nuestra entrañable experiencia. De inmediato, por curiosidad profesional, realicé una rápida búsqueda en internet para indagar si la palabra tenía algún significado que desconociera. No encontré nada salvo algunos datos acerca de la compañía cuyos inicios se remontan al año 1988 como parte de Iberia L.A.E. hasta 2002, fecha en la que fue vendida a Hesperia Inversiones Aéreas. En la época actual, en que las compañías intentan recuperarse de las enormes pérdidas derivadas de la pandemia, se ajustan los precios de los billetes y las ofertas, Binter deviene excelente ejemplo de cuánto puede hacerse para brindar al cliente un trato amable, un servicio impecable, un vuelo técnicamente perfecto. Con un hermoso diseño de uniforme, azul y verde, que recuerda los colores del mar y la vegetación, sello identitario de las Islas Canarias, fui testigo de la gentileza de las azafatas para solucionar cambios de asientos por requerimientos de las puertas de emergencia así como del trato afable con los niños.
Mención especial para el respeto por el medio ambiente en el cuidado aperitivo gourmet de cortesía: sabor canario, olor canario, imagen canaria. Una estrategia de mercadotecnia resultado de investigación, respetuosa de la identidad y la idiosincrasia del pueblo canario. Así, con toda certeza, Binter tiene asegurados no solo el éxito económico, sino la fidelidad de sus clientes y puede ser motivo de orgullo para los canarios y -por qué no- para los españoles todos.
Entonces reconozcamos el esfuerzo de pilotos, azafatas, sobrecargos, trabajadores y directivos; démosles la enhorabuena y deseémosles muchos y nuevos éxitos, parafraseando la famosa sentencia de origen bíblico: A Binter, lo que es de Binter.

TE PUEDE INTERESAR