el charco hondo

A quienes no han reservado

Sin ánimo de amargarles el fin de semana, en absoluto, qué va, todo lo contrario, quienes a estas alturas no han cerrado con algún restaurante la reserva del almuerzo o cena de navidad deben saber que hagan lo que hagan ya llegan tarde, tanto da abalanzarse sobre el móvil para llamar de forma compulsiva aquí o allá, da igual, ese momento ya pasó, ya fue, ahora, a agua pasada, aquellos que no habían caído en que este año había que reservar en verano, o poco después, deben respirar hondo, tomárselo con calma, advertir al resto del grupo de que les ha pillado el toro y, sin dramatizar, reunirse para el almuerzo o cena de empresa en los huecos que han dejado quienes sí se movieron rápido, pero lo que queda, las fechas que siguen disponibles en los restaurantes, anuncian que los distraídos esta navidad van a almorzar o cenar con los compañeros del trabajo, los amigos, los primos o sobrinos que vienen de la península, los padres del fútbol, los del gimnasio, los del instituto, los vecinos o cualquiera de las mil excusas que se suelen dar para echarse a la calle, el lunes ocho de enero, el miércoles veintidós de febrero, el domingo diecisiete de julio u otras fechas similares, vale, puede que escasamente navideñas, es cierto, pero lo que importa es celebrar, es lo que pasa, son las cosas que ocurren cuando embarcados en un interminable bucle de bodas, viernes, cumpleaños, despedidas, sábados, aniversarios de lo que sea, jueves, almuerzos con los que sueles cruzarte en el ascensor, domingos y cenas con gente que antes de la pandemia ni teníamos memorizada en el móvil, con quien sea, con cualquiera y cualquier cosa con tal de echarse a la calle, a festejar, a desafiar al fin del mundo que viene pisándonos los talones, y claro, pasó lo que tenía que pasar, a muchos se les olvidó que este año las reservas de navidades había que gestionarlas en agosto, si acaso en septiembre, pero ni un día más, y, qué se le va a hacer, quienes procrastinan con las cosas del celebrar caerán hoy en la cuenta de que no hay hueco ni mesa libre para juntar a más de cuatro en las semanas grandes de las cenas de empresa, se veía venir, con el año que llevamos, festejando como nunca, estas navidades, con el meteorito económico abalanzándose sobre el planeta, el personal va a darlo todo, y, claro, quienes caigan esta mañana en que no han reservado tendrán que echarse al monte o a la playa porque restaurantes no quedan, agotadas las entradas, sold out, inténtelo en marzo o agosto, lo siento, felices fiestas.

TE PUEDE INTERESAR