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Facundo Fierro: viaje desde Canarias a Flandes (y viceversa) en busca de un rostro

El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife expone ‘La ruta del flamenco’, una muestra con vocación itinerante de la huella en las Islas de este periodo histórico-artístico
Facundo Fierro desea que ‘La ruta del flamenco. Flandes en Canarias’ sirva para llamar la atención sobre un importante legado patrimonial, histórico y artístico, que se halla en las Islas. / Fran Pallero

Cuenta Facundo Fierro (Las Palmas de Gran Canaria, 1938) que el viaje comenzó en una casa del siglo XVI en la que se asentó un comerciante flamenco. No en una casa cualquiera, si bien el punto de partida podría haber sido cualquier otra edificación de esa época entre las que aún se conservan en el Archipiélago. En todo caso, el artista inició su travesía en la Casa Van de Walle de Santa Cruz de La Palma, donde hace ya casi cinco siglos, en 1530, se instaló el comerciante flamenco -de Brujas- Luis Van de Walle [o Vandewalle] el Viejo.

“Viendo y tocando las paredes de la casa, apreciando sus texturas, conversando con descendientes de Luis Van de Walle, empezaron a surgir las preguntas acerca de alguien que se había posicionado como mercader en Flandes y, sin embargo, decidió establecerse en Canarias, crear una familia y nunca regresar a su tierra. ¿Por qué? ¿Cómo era esa persona? ¿Cómo era su rostro?”, expone el artista isleño acerca de la génesis de La ruta del flamenco. Flandes en Canarias, la muestra con vocación itinerante que hasta el 30 de octubre puede contemplarse en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

El Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife alberga la exposición hasta el 30 de octubre. / Fran Pallero

“Hurgando entre esas paredes, entre sus capas de pintura -apostilla-, surge mi primer cuadro, a partir de la aparición de una mirada, de un rostro”. Esa misma búsqueda de un semblante condujo a Fierro a sumergirse en una de sus “obsesiones”, la pintura flamenca, y, sobre todo, en una obra de Johannes Vermeer, Mujer con un laúd cerca de una ventana (1634). “En ese cuadro se puede ver un mapa, y en ese mapa está Canarias”, explica el artista.

JOHANNES VERMEER

La pintura de Vermeer surge así como un estímulo para que Facundo Fierro comience a ilustrar el vínculo entre el Archipiélago y Flandes, a través, por ejemplo, de cristaleras atravesadas por la luz flamenca, pero entre las que se adivina la silueta de una isla, una isla canaria, o también por medio de alguien, un mercader, que, apostado junto a una ventana, mira al mar aguardando la llegada de sus barcos, “en ese curso por el Atlántico llevados por el alisio”.

Pero el rostro son muchos rostros: “Me dicen que en el Vaticano hay un cuadro en el que figura un nieto de Luis Van de Walle el Viejo, que de hecho se trata del retrato más antiguo que se conserva de un canario”. Cuando le remiten la fotografía de esa pintura y Facundo Fierro comienza a analizarla, le acompaña un nieto suyo, que le dice: “Abuelo, ese eres tú”. “Eso me dio la idea de utilizar mi rostro para introducirme en los cuadros de pintores flamencos: Hans Holbein, Frans Hals, Ter Borch…”. “En la reproducción de esas obras -apunta el artista canario- fui formando un retrato robot, interpretativo, que plantea cómo sería la faz de esa persona”.

Fotografía que muestra la obra de Facundo Fierro ‘Retrato VI’. / Fran Pallero

Hay un elemento técnico que refleja ese tránsito por los siglos: el uso del acrílico en lugar del óleo. “Pintar para mí es como respirar, y cada vez que lo hago reinterpreto, reinvento. En este caso, me puse el reto de interpretar esas pinceladas de los antiguos flamencos a través de una técnica mucho más áspera, más dura”, comenta el artista.

Detalle de ‘Ventana II’. / Fran Pallero

Aunque para Facundo Fierro lo más interesante de esta conversación entre el pasado y el presente no radica en los motivos que ha escogido, sino justo “en el diálogo con la pintura flamenca, que supuso un hito en Europa al extender el empleo del óleo”. “Quise dialogar con estos pintores e interpretar las obras que un día contemplé en la casa de mi abuelo. En Canarias tenemos un patrimonio importantísimo de arte flamenco, pero lo ignoramos, como tantas otras cosas, al igual que ese rico mestizaje que transita de Europa a América a través del alisio”, subraya.

El artista establece un diálogo con sus referentes. / Fran Pallero

La ruta del flamenco. Flandes en Canarias, cuya presentación contó con el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, y el embajador de Bélgica en España, Geert Cockx, entre otras personalidades, tiene la voluntad de emprender ese itinerario a la inversa. “La idea es que la exposición haga un recorrido por algunas de las estaciones que van del Archipiélago a Flandes [que históricamente comprendió territorios de las actuales Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo e incluso áreas limítrofes de Francia y Alemania]. Todo dependerá de las circunstancias, aunque el objetivo ahora es presentar la exposición en Brujas y, posiblemente, que también pueda recalar en Madrid -en la Fundación Carlos de Amberes-, antes de regresar a Canarias para que pueda verse en Santa Cruz de La Palma, en la Casa Van de Walle, que es donde se gestó”, concluye Facundo Fierro.

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