La lección de Jerónimo Saavedra

Jerónimo Saavedra, el político más brillante de cuantos han nacido en Canarias, dio el último sábado en el Real Casino de Tenerife una lección de historia reciente y reveló con gran lucidez lo que fue y lo que es nuestra autonomía. Al mismo tiempo renegó de la reiterativa cursilada del “todos y todas”, lo que provocó una ovación del público que llenaba el salón de actos principal de la sociedad tinerfeña. Saavedra dijo que ya no existe el pleito insular y que todo se reduce a algunas escaramuzas cuando los derbis futbolísticos, que ni siquiera alteran la convivencia entre las aficiones, y mucho menos entre la sociedad de las islas. El ex presidente canario y ex ministro hizo un resumen acertado de lo que fue y es Canarias desde Bravo Murillo a nuestros días y diseccionó a la perfección el músculo de una sociedad que ha evolucionado para bien y que, sencillamente, ya no se pelea. “Entre todos lo hemos logrado”, dijo, “y deberíamos estar orgullosos: ya el pleito no existe, ya la prensa no refleja los enfrentamientos, porque no los hay”. Jerónimo recibió, de manos del presidente del Real Casino, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, el premio Faustino Martín Albertos, que distingue anualmente a las personas con actividad relevante en el ámbito de la sociedad canaria. Desde luego, ningún candidato mejor que este hombre del que los isleños nos sentimos tan orgullosos. Fue un acto presidido por el respeto, en el que fue descubierto un cuadro de Miguel Arocha dedicado al expresidente del Casino, don Blas Cabrera Topham, con la asistencia de sus familiares. También fueron entregados los diplomas y metopas de socios honoríficos a trece socios que han pasado a una nueva situación, por razones de edad y de servicios a esta sociedad tinerfeña. Un acto solemne y una charla memorable.