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El HUC abre una unidad de salud mental para atender a niños y adolescentes

El nuevo dispositivo hospitalario ofrece atención psiquiátrica continuada e intensiva a pacientes de la franja de 12 a 17 años, con trastornos mentales agudos que no sean susceptibles de atención y tratamiento ambulatorio
El HUC abre una unidad de salud mental para atender a niños y adolescentes
El HUC abre una unidad de salud mental para atender a niños y adolescentes. DA

El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) ha puesto en marcha una Unidad Infanto-Juvenil (UHB) de Salud Mental, un dispositivo hospitalario que ofrece atención psiquiátrica continuada e intensiva a pacientes de la franja de 12 a 17 años, con trastornos mentales agudos que no sean susceptibles de atención y tratamiento ambulatorio.

Concretamente se trata de una planta de hospitalización de 375 metros cuadrados independiente del resto de pacientes pediátricos, ubicada en la segunda planta del edificio de Hospitalización.

Dispone de once camas, cinco habitaciones dobles y una individual, salas polivalentes para actividades e intervenciones terapéuticas, áreas de Enfermería, comedor, office, despachos médicos y otros servicios.

El equipo de profesionales que trabajan en esta unidad está formada por una psiquiatra, un psicólogo, una terapeuta ocupacional, un supervisor, once enfermeras y once auxiliares de Enfermería.

Las obras, que han supuesto la inversión de 80.742 euros, han permitido adecuar esta planta de hospitalización, antes de Nefrología que actualmente se encuentra en el área de Hospitalización Cuerpo D.

Los trabajos realizados permitieron mejorar las instalaciones y las telecomunicaciones, entre otros, recoge una nota del complejo.

La hospitalización en las unidades se realiza cuando el paciente presenta cuadros clínicos agudos, que requieren atención intensiva y específica durante las 24 horas del día.

Está indicada en aquellas situaciones en las que un paciente, generalmente con un trastorno mental grave, no pueda ser abordado, por su clínica, desde un régimen de tratamiento y seguimiento ambulatorio, siendo preciso, por tanto, un ingreso hospitalario.

Los diagnósticos más frecuentes de los pacientes ingresados son los trastornos de la conducta alimentaria, la desregulación emocional con autolesiones y la conducta suicida.

El objetivo principal del ingreso es la estabilización o mejoría clínica suficiente, que permita el seguimiento ambulatorio.

Esto se realiza a través de una intervención interdisciplinar que permita restaurar un funcionamiento psicosocial normalizado a la mayor brevedad posible.

Cada año se atienden a más de sesenta pacientes en el HUC, lo que hacía necesario una unidad de este tipo.

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