La Scottish Chamber Orchestra (SCO) debuta mañana viernes en el Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) con solista y partitura de las Islas. La formación principal del Festival de Edimburgo, creada en 1974, será la encargada del estreno de la obra de encargo de esta edición, la número 39, de la cita musical: Luz, amor y éxtasis, de la compositora canaria Laura Vega.
Luz, amor y éxtasis es un concierto para guitarra y orquesta en la que el público tendrá la oportunidad de disfrutar de uno de los guitarristas más relevantes del panorama internacional, el riojano Pablo Sáinz-Villegas.
Asimismo, el clarinetista orotavense Maximiliano Martín, uno de los músicos “más apasionantes y carismáticos de su generación” -destacan desde el FIMC-, clarinete principal de esta orquesta desde hace años, actuará como solista interpretando el Concierto para clarinete nº 2 de Carl Maria von Weber. Todo ello, bajo la dirección del joven maestro ruso Maxim Emelyanychev.
EN EL AUDITORIO DE TENERIFE
Laura Vega, Maximiliano Martín y Pablo Sainz-Villegas, acompañados del director del FIMC, Jorge Perdigón, mantendrán mañana un encuentro con la prensa en el Auditorio de Tenerife, en el que expondrán los detalles de los conciertos programados. El primero tendrá lugar esa misma noche de viernes, a las 20.00 horas, en el auditorio de la capital tinerfeña, mientras que el sábado se celebrará el segundo en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria (20.00). El programa de ambas actuaciones incluye, asimismo, la Sinfonía nº 20, de Wolfgang Amadeus Mozart, y la 104, Londres, de Joseph Haydn.
La oboísta y compositora Laura Vega, natural de Vecindario, en Gran Canaria, uno de los grandes valores de la música contemporánea, estrenará su segunda obra en el FIMC. La primera, titulada In Paradisum, para piano y orquesta, fue interpretada en 2010 por la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Esta nueva partitura, según afirma, refleja sus experiencias vitales y es una pieza estructurada en tres grandes partes que describen los conceptos que dan título a la obra.
El orotavense Maximiliano Martín combina su rol de clarinete principal de la SCO con compromisos como músico de cámara y clases magistrales en los escenarios más prestigiosos. De él ha dicho la crítica que “tiene el virtuosismo fácil que solo los músicos de primera clase pueden lograr”.
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