Caso Madeleine McCann: un informe médico revela que Julia Faustyna no pudo hablar ni caminar durante un año

Los informes médicos de Julia Faustyna, la joven polaca de 21 años que dice ser Madeleine McCann, habrían revelado que sufrió una fractura de cráneo cuando era niña, según ha informado Irishmirror este mismo lunes.

Así figuraría en los registros médicos de un hospital de Polonia. A causa de este incidente, que tuvo lugar cuando Julia tenía ocho años, no pudo hablar ni caminar durante más de un año. Los informes también revelan que fue sometida a una operación de urgencia para reducir la inflamación cerebral.

Actualmente, la joven polaca reside en un apartamento en California (Estados Unidos) con la investigadora privada Fia Johansson, quien ha estado trabajando con la policía estadounidense en casos de personas desaparecidas. Fia ha instado a Julia a someterse a pruebas de ADN y acceder a sus historiales médicos para demostrar que su teoría está justificada.

De momento, la polaca se ha limitado a mostrar algunas pruebas superficiales que en absoluto confirman sus sospechas y, por ende, resuelvan la desaparición de Madeleine McCann, como una peca que tiene en la pierna y una mancha en el ojo, como ‘Maddie’, además del supuesto parecido físico con los padres de la niña británica, Kate y Gerry, quienes, de momento, no se han manifestado al respecto.

PRUEBAS DE ADN

Fia ha confirmado que Julia se ha sometido a pruebas de ADN y de sangre para confirmar su identidad, y se encuentra a la espera de los resultados que confirmen o desmientan las sospechas.

Madeleine desapareció en mayo de 2007, cuando tenía cuatro años, de un apartamento de vacaciones en Praia da Luz, Portugal. Julia cree que podría ser Madeleine, si bien ya ha manifestado que podría no ser la niña británica, sino otra menor secuestrada, un extremo que su familia ha negado.

La historia de Julia ha causado conmoción en todo el mundo, ya que podría significar el cierre de uno de los casos más desconcertantes de la última década. Sin embargo, la confirmación o negación de su teoría aún está pendiente de los resultados de las pruebas de ADN.