El poeta venezolano Rafael Cadenas reclamó ayer a los demócratas, al recibir el Premio Cervantes ante los reyes de España, Felipe y Letizia, que “pidan a voces la renovación” del sistema democrático, porque está en riesgo. “Es urgente defender a la democracia de todo lo que la acecha, y para ello se requiere recrearla. Esa tarea le incumbe a la educación, que la ha descuidado. Se necesita, en los países donde la hay, una pedagogía que la robustezca; en los otros, que no la han conocido, es vano tratar de introducirla”, subrayó en su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.
Cadenas se mostró preocupado por la actual situación mundial, y citó al psiquiatra Karl Jaspers: “Él tenía dos temores: uno al totalitarismo y otro a la bomba. En este tiempo, aquel avanza y esta ha crecido. Resulta paradójico que las naciones más civilizadas se encuentren entre las principales fabricantes de armas. Se trata de una industria muy próspera”.
El Premio Cervantes 2022 recordó la “impronta” del Quijote, que estuvo “entre los creyentes de la utopía que arreglaría todo y terminó en un desengaño”. “Es sabido que nacionalismos, ideologías y credos dividen a los seres humanos, pero en este tiempo, el mundo, gracias a la comunicación, debería ser cosmopolita”, remarcó.
Cadenas cree que, “en cierto modo”, la comunicación ya es cosmopolita, si bien “a ello se oponen esos factores mencionados, sobre todo el nacionalismo, que según Einstein es el sarampión de la humanidad”. “Sin embargo, existe un ego nacional que no aceptaría semejante cambio”, continuó. “Creo que puede haber llegado el momento de revisar las bases de toda la cultura, aunque no sé si al decir esto se trata de un contagio de los dos famosos personajes. Todo debería examinarse, verse, trocar la ilusión por lo real, la faena más ardua que se le ha de plantear al ser humano”, afirmó.
“LLENO DE ESPAÑA”
El poeta venezolano, quien tuvo una mención destacada para Sergio Ramírez -pidiendo que “pueda volver a su país”- quiso también “distinguir entre pertenecer a una religión y religiosidad”, algo que entiende “útil” hoy en día. “Hay una anécdota en tal sentido. Alguien le preguntó a Schiller por qué no era de ninguna iglesia, y este contestó: por religión, es decir, por religiosidad. Creo que cuando el pensamiento ve su límite, aparece una apertura hacia lo indecible”, agregó.
Cadenas formuló, asimismo, palabras de agradecimiento a España, país que ha visitado en numerosas ocasiones. “Debo añadir, con miras a sosegarme un poco, que estoy lleno de España. Trataré de aclarar esta afirmación tan rotunda de quien suele evitar el énfasis al que somos tan propensos los hispanoamericanos”, aclaró al principio de un discurso muy aplaudido por el auditorio.
“Me referiré a nuestra lengua, que anda muy maltrecha, por lo que hemos de cuidarla, como amadores suyos, pero no puedo señalar sus fallas, en esta ocasión, porque son demasiadas, algunas procedentes de traducciones del inglés en la televisión y en otros medios. Antes, a comienzos del siglo XX, los académicos se enfadaban con los galicismos; los que se deslizan hoy en nuestro vivir son los anglicismos”, criticó.
LA LIBERTAD, PRECIOSO DON
Rafael Cadenas concluyó su intervención, precedida de la entrega de la medalla por parte del rey, citando a Miguel de Cervantes, a quien considera “un gran defensor de la libertad”. “Recordaré sus palabras muy conocidas, aunque deberían difundirse más: ‘La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a un hombre”.
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