“¡Eso es amor de partido!”, exclamó, ciertamente descojonado, pero contento, Ángel Víctor Torres cuando subió ayer a la tribuna del TEA y no pudo evitar hacer alusión a la camiseta del PSOE que lucía en primera línea la alcaldesa Josefa Mesa. Lo cierto es que, ojo presidente, cuidado con Mesa que ya le gustaría a Arucas aportar como lo hace Guía de Isora al proyecto común de los socialistas nacionales, que no todos los municipios de 22.000 habitantes pueden presumir de ser la cuna de todo un (“estupendo”, lo llamó ayer Pedro Sánchez) ministro de Turismo, Comercio e Industria como Héctor Gómez, pero también de un presidente del Cabildo como es Pedro Martín.
Fue precisamente Martín el primero que chutó la pelota que les dejó botando el coalicionero Francico Linares, que ayer fue diana y escarnio de los intervinientes en el encuentro de Sánchez con los suyos en Tenerife. “Le habrá costado elaborar el argumento, se ve que ahí hay proyecto…” respondió irónico el isorano, para deleite de la grada, al orotavense, quien días atrás anunció, sin duda llevado por el fervor propio de los mítines, que le iban a dar “una patada en el culo” al actual presidente del Cabildo, nada menos. Cuando llegó Torres al atril del TEA, tampoco tuvo compasión, y prometió, para algarabía del personal, que iban a responderle, no con insultos, sino con “golpes en las urnas de votos y rosas”, una idea que luego Sánchez sintetizó con un mensaje inequívoco que dijo dirigir tanto a la derecha nacional como a la nacionalista: “Los insultos, todos, toditos, para ellos”.
Patricia Hernández remató la faena con el cachondeo de la falta de trabajo de la Junta Electoral en estos días respecto a Santa Cruz, “porque aquí no inauguran nada, solo ponen infografías”. Vamos, que todos celebraron ayer el Día de la Madre a su manera, acordándose de los rivales entre un tono jocoso y la lógica propensión al latiguillo y controversia propios de la contienda electoral.
