El papa Francisco será operado este miércoles del abdomen en el hospital Gemelli de Roma, debido a una hernia incisional incarcerada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran, según ha informado el Vaticano en un comunicado.
La hernia incisional incarcerada es una complicación que puede ocurrir después de una cirugía abdominal. En este artículo, exploraremos qué es exactamente, así como sus riesgos y síntomas.
¿Qué es una hernia incisional incarcerada?
Después de una cirugía abdominal, puede formarse una hernia incisional, donde los tejidos o los órganos protruyen (sobresale) a través de la cicatriz quirúrgica. Si esta protrusión queda atrapada y no puede regresar a su lugar, se le denomina hernia incisional incarcerada. Dicho de otra manera: la hernia se queda “atascada” y no puede ser empujada nuevamente hacia el abdomen.
Riesgos asociados
Una hernia incisional incarcerada conlleva riesgos significativos para la salud. Un estudio publicado en la revista Surgical Endoscopy encontró que la tasa de complicaciones en pacientes con hernias incisionales incarceradas fue del 42%, con un mayor riesgo de infección y problemas intestinales.
Entre los riesgos más graves se incluye la obstrucción intestinal, donde el contenido del intestino queda bloqueado, y la estrangulación de la hernia, que puede resultar en la muerte del tejido herniado.
Síntomas a tener en cuenta
Es importante reconocer los síntomas de una hernia incisional incarcerada para buscar atención médica inmediata. Estos son algunos de los signos que debes tener en cuenta:
- Dolor intenso: puedes experimentar un dolor agudo y constante en el área de la hernia, que puede empeorar al moverte o al tocarla.
- Sensibilidad: la zona de la hernia puede volverse sensible al tacto, y puedes sentir dolor al presionarla suavemente.
- Enrojecimiento e hinchazón: puedes notar que la piel alrededor de la hernia se vuelve roja e inflamada.
- Imposibilidad de reducir la hernia: si anteriormente podías empujar la hernia hacia adentro, pero ahora no puedes, es un signo preocupante.
¿Qué se debe hacer?
Ante la sospecha de una hernia incisional incarcerada, es crucial buscar atención médica de inmediato. No intentes reducir la hernia por ti mismo, ya que podrías empeorar la situación.
Un estudio publicado en la revista Annals of Surgery enfatiza la importancia de una evaluación quirúrgica temprana y precisa en estos casos.
Un médico especialista podrá realizar un diagnóstico adecuado y determinar el mejor tratamiento, que podría incluir una cirugía de emergencia para reducir la hernia y reparar la debilidad de la pared abdominal.