tribuna

‘Por sus obras los/las conoceréis’. Los diccionarios de canarismos a debate (II)

Por Marcial Morera. La intención de los autores era hacer una obra lexicográfica científica, más allá de los tópicos, las variantes fonéticas más o menos extravagantes, los usos esporádicos (a veces, meros hápax) de palabras generales del idioma, las imprecisiones semánticas, las generalizaciones abusivas, los falsos canarismos, etc. que contenían muchos de los glosarios de regionalismos existentes entonces, y muchos de los que vendrían después. Como escriben los mismos autores en el prólogo de la obra:
Las palabras que se recogen en este diccionario son de uso normal en el habla de las diferentes islas del archipiélago. Muchas de ellas ya han sido registradas por filólogos, por otros estudiosos o por personas interesadas por la cultura tradicional, pero otras muchas aparecen por primera vez en un trabajo lexicográfico. Dichas voces las hemos ido recogiendo a lo largo de varios años, a partir de encuestas directas, mediante cuestionarios ad hoc y de entrevistas (generalmente grabadas en cintas magnetofónicas), realizadas a informantes de diferentes edades, sexo y profesión, en todas y cada una de las islas del archipiélago. La determinación de las acepciones con su localización en el caso de estas voces novedosas se ha convertido en una tarea larga y fatigosa, ya que no se disponía de material de contraste. Con respecto a las voces registradas con anterioridad, hemos procurado siempre contrastar las acepciones que ofrecen los distintos autores con las que nosotros podíamos deducir del material que habíamos obtenido y a partir de nuestro conocimiento de la realidad lingüística insular. De este modo, según los casos, hemos rectificado las acepciones, hemos explicitado la localización, en caso de faltar esta, hemos añadido nuevas acepciones y, en algunas ocasiones, hemos dejado de registrar términos o acepciones que no nos ha sido posible documentar (Lorenzo, Morera y Ortega 1994: 13).
En el año 1995, editará el Centro de la Cultura Popular Canaria el Gran Diccionario del Habla Canaria, de Alfonso O’Shanahan, que basa la definición de las voces que recoge en las obras lexicográficas precedentes y que presenta la novedad de que ilustra este material con textos de la tradición literaria insular. Como señalé yo mismo en mi reseña del trabajo, El Gran Diccionario del Habla Canaria, de Alfonso O’Shanahan (Consideraciones críticas), tanto sus limitaciones técnicas como el impreciso concepto de canarismo que maneja el autor y la vaguedad de sus definiciones, a pesar de su empaque, convierten este diccionario en una de las obras más endebles de la lexicografía insular.
Un año después de la publicación del Gran Diccionario del Habla Canaria aparecerá el Diccionario diferencial del español de Canarias, de Cristóbal Corrales, Mª de los Ángeles Álvarez y Dolores Corbella, un diccionario que se limitaba a adaptar el material recogido en los glosarios, vocabularios y diccionarios de otros lexicógrafos o dialectólogos de la tierra y de fuera de ella y dar formato lexicográfico a las voces recogidas por Manuel Alvar en el Atlas Lingüístico y Etnográfico de las Islas Canarias, previamente recopiladas por estos mismos profesores laguneros en el Tesoro lexicográfico del español de Canarias, del año 1992. Solo una novedad aportaba la obra: la inclusión en cada artículo de un apartado donde se recogían lo que Corrales, Corbella y Álvarez Martínez consideraban voces o expresiones sinónimas del canarismo que se definía. Así justificaban sus autores el trabajo en el preámbulo de su obra:
Cuando en el año 1992 publicamos el Tesoro lexicográfico del Español de Canarias, señalamos que se concebía como un paso previo para la composición de un verdadero diccionario del español del Archipiélago. Era necesario, por un lado, recopilar todo el léxico registrado en las obras anteriores y, por otro, contrastar este material con los datos que habíamos recogido en fuentes orales y con lo que nuestra competencia lingüística, como hablantes canarios, nos enseñaba (Corrales, Corbella y Álvarez 1996: VII).
Obra de recopilación lexicográfica era (el origen y la naturaleza de los datos que los autores dicen haber recogido de fuentes orales no aparecen indicadas por ninguna parte) y como obra de recopilación lexicográfica fue saludada por los primeros que la reseñaron:
No se me ocurre mejor elogio de este admirable esfuerzo de recopilación lexicográfica -escribe Andrés Sánchez Robayna- que el que puede hacerse a una buena enciclopedia o a una buena bibliografía comentada, es decir, a obras que no fueron compuestas para ser leídas sino para ser consultadas (…) (Sánchez Robayna 1966: 354).
Aunque, como es lógico, el trabajo no incurre en los errores científicos del anterior, porque sus autores son doctores en Filología, sí presenta algunos problemas similares a ellos, como la inconcreción del concepto de canarismo que se maneja en él, la manga ancha con que se aplica el concepto de sinónimo y la generalidad o imprecisión de no pocas de sus definiciones.

*Académico fundador de la
Academia Canaria de la Lengua

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