¿Seis debates?

Pero ustedes creen que existe cuerpo humano que resista seis debates entre Feijóo y Sánchez? Vamos, ni los oyentes más resistentes serían capaces de aguantar seis discusiones públicas entre ambos, como propone el PSOE y como rechaza el PP, aportando cierta dosis de compasión hacia los televidentes y radioescuchas. Si se llegaran a producir -que no creo- el 23 de julio no iría nadie a votar. Ni yo, que no he fallado nunca. Este país está mentalmente cojo del todo. El tal Pere (se pronuncia Pera) Aragonés, que me parece que es el presidente de la Generalidad de Cataluña, aunque yo no reconozco a ningún presidente después del muy honorable Tarradellas, se ha quejado amargamente. ¿Y saben por qué? Pues porque la mujer de Clinton, Hillary, dio una conferencia en Barcelona y la ex aspirante a la presidencia USA no nombró el prucés, pricés, procés, o como se llame la matraca catalana. Como si Hillary Clinton conociera, siquiera de pasada, esa matraca, que ya parece historia manida, fuera de sí, impropia, absurda y falsa. Y como si esa matraca interesara en alguna parte de España y del mundo que no sea la propia Cataluña, que es una comunidad autónoma española con menos razón de ser que la de Canarias, por razones obvias de lejanía y aislamiento de esta última. Por eso, y por mucho más, digo que este país, diletante e imprevisible, se está volviendo loco; poco a poco, pero loco y dispénsenme esta especie de ripio. Añado algo: a ver si los premios y las medallas de Canarias se reparten entre gente más joven y no entre vejestorios. Vaya acto aburrido el del Día de Canarias y lo traigo aquí -tarde- porque me había olvidado. A mí los sonidos de caracolas y los silbidos me causan igual rechazo que los tecnificados guanches que enviaba Cubillo a Candelaria, con relojes Seiko en sus muñecas.