Coalición Canaria se ha quedado sola: son los únicos, de entre los nacionalismos de pedigrée, que no han rechazado explícitamente respaldar una hipotética investidura que entronizaría un Gobierno de la pareja PP/Vox.
Hasta el moderado PNV, por medio de Aitor Esteban, ha reiterado -un día sí y otro también- que el Partido Popular ha traspasado “todas las líneas rojas” con sus pactos con Vox. ¿Saben por qué se ha quedado triste y sola? Porque la Coalición Canaria de Clavijo está encadenada al PP.
Por tanto, no pueden no apoyar lo que Feijóo (sí, el de las amistades peligrosas) les exija. Por eso están tan calladitos y repitiendo -pa´que no se les note- la misma cantaleta de siempre: que si ellos son lo únicos que representan Canarias, que si los dirigentes canarios de los partidos de ámbito estatal son medianeros de sus jefes de Madrid y blá blá blá…
Pero lo que, aquí y hoy, es una evidencia que no hay quién se la salte es que el PP tiene cogido a Clavijo por donde ustedes y yo sabemos. No me refiero ya a cómo el PP ha actuado como su introductor de embajadores ante ciertas aristocracias judiciales metropolitanas, no; sino a cómo Feijóo, con el descaro marca de la casa, se ha saltado su ocurrencia-nunca-practicada-por-el PP de que habría que permitir la investidura del líder del grupo parlamentario más numeroso del Congreso, después del 23J.
Al respecto, la única certeza sustentada en los hechos (y lo demás son “vainas”) es que si el líder más votado es Pedro Sánchez, ni ahora ni nunca el PP respaldará que sea presidente del Gobierno. Se la ha saltado en muchos sitios,pero especialmente aquí, en Canarias y en Tenerife: Parlamento de Canarias, Cabildo Insular de Tenerife, Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.., para permitir que los candidatos de Coalición Canaria accedan a la presidencia. Entre otros, el propio Clavijo. Que no no ha sido ni una sóla vez el candidato más votado por la gente de estas Islas.
No viene de más recordar que, en noviembre 19, PP, CC, Vox, JuntsXCat., y la CUP votaron en contra de la investidura de Pedro Sánchez. Ese variopinto bloque de rechazo a un candidato que presidiría un gobierno de coalición progresista ¿los convertía por casualidad también en socios?. Y cuando han vuelto a “ajuntar” sus votos para rechazar propuestas legislativas o medidas políticas del Gobierno ¿qué eran? ¿Socios o “coleguitas”?
Tampoco viene de más recordar, después de tantos años de fanfarria mediática que ni ERC ni Bildu (los socios filoetarras o golpistas-oct18 del sanchismo, según la fábrica de eslóganes del PP) votaron a favor de la investidura de Sánchez. Digo.
Pero a lo que íbamos: Coalición Canaria está encadenada a Feijóo y a lo que a éste guste mandar. Porque, de lo contrario, con la misma disciplina paramilitar con la que se le impone al PP tinerfeño y canario que vuelva, una vez más ( y ya van…!!!) hacer de comparsa de los “nacionalistas” (bueno: de una facción de la derecha canaria ataviada con el traje típico) canarios, les puede ordenar que vuelvan sobre sus pasos y les hagan perder el poder institucional allí y dónde Clavijo y sus seguidores no han ganado las elecciones.
Por tanto, que quede claro. Especialmente para quienes puedan dar su voto a CC el 23J y sientan y compartan algo cercano a los valores progresistas: votar CC es apoyar lo que haga Feijóo, si tuviera la oportunidad. Y, a estas alturas, está cada vez más claro que es el único y cada vez más remoto resquicio que les queda para recuperar el Gobierno al PP y a los intereses que representa (los mismos que ponen a su disposición una acorazada mediática contra el gobierno progresista. Y, por cierto, los que dan instrucciones a Feijóo-antesCasado de votar en contra de la subida del salario mínimo, la actualización de pensiones con el IPC, la reforma laboral, del impuesto a las grandes fortunas, grandes eléctricas o entidades financieras…).
Y ese único resquicio es meter a Vox en el Gobierno, como han hecho en tantas Instituciones territoriales desde el 28M. A quienes quieren desnaturalizar el Estado de las Autonomías, suprimir el Tribunal Constitucional (para empezar a destruir la democracia y las libertades desde dentro: no es ninguna novedad histórica), derogar la legislación vigente sobre interrupción del embarazo, rebajar los impuestos a los más ricos…Porque son lo que son y lo que ha sido siempre la ultraderecha: la fuerza de choque del gran capital. Eso sí: envuelta en himnos y en la rememoración de mitos y hazañas “patrióticas”.
Y Clavijo y company no pueden no apoyar a Feijóo, haga lo que haga: porque tienen mucho que perder. Perder lo único que les importa: el poder institucional en las Islas, para juntarlo al poder de los sectores económicos que los esponsorizan y continuar -desde esa muralla de poder- degradando la calidad democrática, el pluralismo informativo y, al fin y al cabo, el autogobierno del Archipiélago.