Unir dos ámbitos que a priori podrían parecer antagónicos, pero tienen mucho que decirse, que contarse: el arte contemporáneo y el sector primario. Un diálogo en un plano de igualdad. Este es el objetivo de Cultiv-arte, la iniciativa creada y dirigida por Blanca Rodríguez de Azero.
“Se trata de organizar en comunidades rurales una serie de actividades para acercar el arte”, explica. “No son siempre las mismas, pero sí que nunca deja de estar presente en esa programación el sector primario, a través, por ejemplo, de personalidades del mundo de la agricultura”, apostilla la directora de Cultiv-arte, que en 2022 se desarrolló en Tenerife, en Tegueste, y el pasado febrero en Lanzarote, en Haría.

El encuentro se configura a partir de la presencia de artistas que normalmente poseen una trayectoria intermedia. “Lo más frecuente en el mundo de la cultura es apoyar a los creadores jóvenes, emergentes, y para los consagrados, por eso mismo, no es tan necesario ese respaldo. Sin embargo, los que se hallan a medio camino necesitan más visibilidad. Esa es la razón por la que queremos brindarles un escaparate, un marco completamente distinto, como puede ser un pequeño pueblo, cuyos residentes, por otro lado, no tienen acceso habitual a las muestras de arte contemporáneo”, señala la gestora cultural.

MERKARTE
La primera cita se desarrolló los días 2 y 3 de abril de 2022 en el Mercado del Agricultor de Tegueste. “Establecimos una alianza con el Área de Juventud del Cabildo de Tenerife y contamos con Merkarte”, subraya Rodríguez de Azero, en alusión al programa que busca, como describe la Corporación insular, “visibilizar, promocionar y empoderar a los jóvenes creativos de la Isla, favoreciendo su profesionalización y su incorporación al mercado laboral”. De esa manera, 13 artistas pudieron exponer sus obras, mostrar in situ a la población el proceso creativo y, algunos de ellos, impartir talleres.
“Esa es una de las características esenciales de Cultiv-arte: invitar a la ciudadanía a participar en talleres. Se crea un ambiente increíble, un poco mágico y, sobre todo, muy creativo, al contemplar a los artistas trabajando, al tiempo que los participantes en esta propuesta también lo hacen”, resalta.

La pintura es la disciplina artística que predomina en Cultiv-arte, pero el encuentro esta abierto a muchas más, escultura, fotografía, literatura… Y danza contemporánea. En Tegueste, actuó la creadora, coreógrafa y bailarina tinerfeña Carlota Mantecón, con la propuesta Gimnástica Off, mientras que en la cita en el municipio de Haría, el 17 y 18 de febrero de este año en la sala El Aljibe y el Centro Sociocultural La Tegala, lo hizo la también creadora, bailarina y docente lanzaroteña Acerina H. Toledo, con la pieza Flores negras. “La danza contemporánea es uno de los platos fuertes de esta experiencia”, afirma la directora de Cultiv-arte. “Lo más frecuente es que tenga lugar en un auditorio, en un teatro, en un escenario, pero nosotros la llevamos a un espacio no convencional. La gente acudía al Mercado del Agricultor de Tegueste, por ejemplo, y allí, con sus bolsas y en medio de los puestos, se sorprendía al contemplar a Carlota bailando”, precisa.
Una de las vocaciones del encuentro Cultiv-arte es configurarse como un espacio para el diálogo y la reflexión. En Tegueste se desarrollaron las mesas redondas denominadas Arte y mundo rural y Mundo rural como entorno del movimiento slow. “Con estos debates queremos que el encuentro aborde también la vertiente filosófica y de conocimiento, que sea un espacio para el ocio, por supuesto, pero también un compromiso con el arte contemporáneo, con la cultura y con el mundo agrícola”, expone Blanca Rodríguez de Azero.
LOS RETOS
“En Haría, entre los participantes en las charlas tuvimos, entre otros, al historiador del arte Francisco Galante, experto en la figura de César Manrique; al artista lanzaroteño Ildefonso Aguilar y también a la artista plástica y diseñadora Ana Beltrá”, pone de relieve.
Cultiv-arte tiene como reto llegar a municipios de menos de 5.000 habitantes y celebrarse en espacios del entorno rural, como mercados agrícolas o artesanos, consolidados. “El objetivo a corto plazo -indica Blanca Rodríguez de Azero-, que ya de por sí resulta ambicioso, es acudir a todas las islas”. En esa idea, hay conversaciones para llevar la propuesta a La Gomera y Fuerteventura. “Cajasiete participó en la última edición y estamos cerrando otros apoyos. La cultura es para todos, es democrática, y también posee una vertiente de impulso económico. De lo que se trata es de lograr entre todos, entre el sector privado y el público, que su tejido sea cada vez más amplio”, concluye.

UNA PROPUESTA DE ANÁLISIS QUE PONE EL FOCO EN LA PARTICIPACIÓN
Blanca Rodríguez de Azero incide en dos aspectos. Por un lado, alude a una fase que aborda Cultiv-arte antes de llevarse a cabo en un núcleo rural. Tiene que ver con el análisis de las cuestiones que afectan a esa comunidad, con el fin de que la agenda de actividades que se desarrolle contribuya a suplir posibles carencias de los grupos sociales. Por otro, menciona la voluntad de que el arte nunca eclipse al sector primario. De ahí que en las próximas ediciones se vayan a desarrollar talleres con los propios agricultores.