Una pareja demandó el pasado miércoles al hospital Southern Regional Medical Center de Georgia (EEUU), al médico y a las enfermeras que les asistió en el parto de su primer hijo, que tuvo lugar en julio, alegando que emplearon demasiada fuerza en el cuello y la cabeza, lo que habría provocado la decapitación y, por ende, fallecimiento del bebé durante la intervención, según informa The New York Times.
Según recoge la demanda, que fue presentada ante el tribunal estatal del condado de Clayton, el personal del centro hospitalario habría intentado ocultar a la pareja que su hijo había sido decapitado y les habrían disuadido de solicitar una autopsia.
El abogado de la pareja, Roderick Edmond, señaló en una entrevista con el citado medio que la joven había empujado durante varias horas, pero el bebé no pudo descender adecuadamente por el canal vaginal, debido a una afección llamada distocia de hombros, que provocó que esa parte del cuerpo del bebé se quedara atascada.
Según relató Edmond, la doctora no habría empleado las maniobras adecuadas para aliviar la distocia de hombros y habría aplicado una “tracción excesiva”. Asimismo, aseguró que tampoco pidió ayuda cuando la intervención se complicó.
Asimismo, en la denuncia se expone que las piernas y el torso del bebé se extrajeron mediante cesárea, una incisión en el útero, que la madre recibió finalmente tras realizar múltiples peticiones, mientras que la cabeza del bebé se extrajo por la vía vaginal.