Se llama Lucas Howard-Machado, de padre británico y madre y abuelos maternos tinerfeños, que está causando sensación en el deporte de su tierra, País de Gales, no sólo como futbolista –juega en las categorías infantiles del Cardiff–, sino como velocista. Aseguran que tiene una velocidad similar a la de Gareth Bale, que es el ídolo de todos los galeses aficionados al fútbol. Lucas está siendo seguido por observadores de los equipos grandes, pero me consta que a él le encantaría jugar en España en un futuro y que se trata de una estrella en ciernes que en los campeonatos escolares “lo gana todo”. Esperemos que con Lucas no ocurra lo mismo que con Pedri, que destacó en el fútbol tinerfeño, se lo llevó la U.D. Las Palmas y luego el F.C. Barcelona y el Tete no vio ni un duro, según creo. Este chico pelirrojo es una bala en los terrenos de juego y también en el del atletismo y me parece que, de momento, como ocurrió con Bale, no juega al golf, aunque todo se andará. Voy a pedirle a Paulino Rivero, a quien entrevistaré próximamente, que mande un observador a Gales porque este chico no se le puede escapar, hablando de futuro, a un Tenerife con aspiraciones de equipo grande. El futbolista, con sus padres, ha pasado sus vacaciones en el Puerto de la Cruz, en la casa de sus abuelos, y ha regresado a Cardiff para seguir con sus estudios y con la práctica del fútbol. A los doce años ya se puede saber cuándo alguien va a triunfar y Lucas va camino de ser una estrella, otra perla tinerfeña del balompié. Es un excelente estudiante, además; tiene una hermana y le encanta venir con sus padres a Canarias y pasar temporadas con sus abuelos, Jorge y Rosario.