La Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias reunió en Lanzarote a las unidades de inspección de los siete cabildos. El encuentro tuvo como fin realizar un diagnóstico de los recursos, humanos, técnicos y administrativos, que responden actualmente a un criterio proactivo de intervención, encaminado a conocer el estado de los bienes culturales de Canarias y, en función de dicho estado, establecer las actuaciones que se estimen necesarias para su protección, tal y como establece la Ley.
Junto al director general de Cultura y Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo, la cita contó con consejeros, directores e inspectores insulares y jefes de servicio. Todos coincidieron en la necesaria cooperación del Gobierno canario con las instituciones insulares y locales, junto a los agentes sociales. El próximo Encuentro Autonómico de Patrimonio Cultural se celebrará en mayo en Gran Canaria.
Para una planificación de intervenciones e inspecciones, se atenderá a criterios como los procedimientos y la gestión dirigidos a mejorar el sistema de protección y seguridad; también a la actualización del inventario de bienes muebles e inmuebles y la accesibilidad a los mismos.
Además, se traza como objetivo trabajar en la digitalización y registro del patrimonio cultural, a través de los catálogos municipales e insulares, instrumentos necesarios para desarrollar las actuaciones que marca la Ley del Patrimonio Cultural de Canarias a estas unidades de inspección, cuyas fichas actualizadas permitirán, también, la conservación preventiva.
Toda esta información estará volcada en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural de Canarias (LAVA), que el Ejecutivo esta ultimando. Una plataforma web en constante actualización, a disposición de la ciudadanía, personal investigador y administraciones públicas, con toda la información, material gráfico y audiovisual sobre los bienes culturales, que hasta el momento resulta de difícil acceso debido a su dispersión y heterogeneidad.
Principalmente, la plataforma incluye los catálogos insulares, cartas arqueológicas, etnográficas y paleontológicas municipales, expedientes de Bien de Interés Cultural (BIC), memorias sobre las investigaciones en los diversos campos del patrimonio, así como inventarios de diversa índole, sin olvidar a los museos y sus colecciones, y el patrimonio documental y bibliográfico, proyectos formativos y enlaces de interés, entre otros.
“La protección y conservación del patrimonio cultural empieza por un reconocimiento de todos y cada uno de los elementos que lo conforman. Al tenerlo inventariado y en constante actualización se podrán establecer continuos diagnósticos que permitan optimizar las intervenciones y realizar así acciones que reduzcan, minimicen e incluso anulen el efecto de los riesgos y afecciones a los que los bienes culturales son sometidos”, afirma el director general del área. Toda esta documentación, añade, “aportará información a tener en cuenta para llevar a cabo prioridades en las intervenciones, elaborando programas de inspección regulares y de mantenimiento”.
En el foro también se apuntó la necesidad de realizar acciones tendentes a la formación de los agentes forestales y resto de cuerpos y fuerzas de seguridad en la protección del patrimonio cultural, principalmente en las islas no capitalinas, que cuentan con pocos efectivos para actuar sobre el terreno.