Islandia vive pendiente de la que podría ser la podría ser la erupción volcánica más destructiva en medio siglo, que amenaza con destruir por completo la localidad de Grindavík. 4.000 familias han sido evacuadas y las las autoridades de la isla han cerrado también varias carreteras en la zona para evitar riesgos para la población. Allí, tres tinerfeños. Lidia Mirchandani, Israel Martín y Fotios Lampropoulos, griego que pasó siete años de su carrera en Canarias, muestran sus impresiones, reconociendo que, pese a que las evacuaciones se han llevado a cabo con orden y cierta naturalidad, la incertidumbre es inevitable
Lidia Mirchandani
“Hasta 4.000 familias han sido desalojadas: no llegas a ser consciente de lo que es hasta que te pueda tocar de cerca”
Leyenda del baloncesto tinerfeño, lleva siete temporadas dirigiendo en Islandia, seis consecutivas en el Keflavík Karfa, donde trabaja con los jóvenes valores, del mismo modo que lo hace con la Federación Islandesa de Baloncesto. Los resultados, y no solo en forma de títulos, siguen llegando para Mirchandani.
Vive en Keflavík, en la zona en la que se encuentra el único aeropuerto del país, y reconoce que la sociedad del país se ha “acostumbrado” a convivir con las erupciones volcánicas: “En los últimos tres años han habido varios, aunque es verdad que esta vez la situación es algo más peligrosa. No eres tan consciente hasta que puede tocar más de cerca. Han desalojado a 4.000 familias”.
Mirchadani reconoce que lo peor de la situación, como ocurrió en la erupción del volcán de La Palma, es la más que posible pérdida de viviendas: “Hay mucha gente que ha venido de otros países, que ha logrado comprar una casa aquí y la puede perder. Quizás no quieran regresar, porque es un lugar con mucho movimiento sísmico”.
La tinerfeña recalca que corre peligro una importante planta de energía geotérmica, lo que podría multiplicar los problemas en el país: “En caso de que la lava llegara a ella varias zonas del país, como en la que yo vivo, podríamos quedarnos sin calefacción, quedando, incluso, afectado el aeropuerto. Ya han aprobado una ley para intentar protegerla de la mejor manera posible. Todo el país pagará un impuesto para la viabilidad de esa ley”.
Lidia Mirchandani llegó a Islandia junto a su pareja, el también entrenador Richi González, con la idea de “compatibilizar trabajo y familia”, aunque admite que el país” precioso” también “desgasta” en cierto modo: “Islandia me ha aportado mucho, me ha hecho crecer, porque forma parte de mi transición de jugadora a entrenadora, a decidirme a ello, siendo madre de por medio, por lo que fue un lugar ideal. Mis hijos tienen una edad perfecta para intentar hacer un cambio de aires, con unas miras profesionales un poquito mejores, teniendo ellos más cerca a la familia y amigos, igual que nosotros. Aquí, con el paso de los años, te das cuenta que estás un poco en una burbuja, en la que estás con tu familia, la gente de tu trabajo y poco más, porque el clima no favorece hacer una vida más exterior. Quizás es buen momento para buscar un cambio de aires”.
Israel Martín
“Mucha gente ofrece las casas que puedan tener libres para las personas que las necesiten”
El entrenador tinerfeño hizo un buen día las maletas para dirigir en Kosovo, Islandia, Dinamarca y regreso a Islandia, una tierra en la que se ha asentado, junto a su familia desde el año 2013. En la actualidad dirige, por tercera campaña, al UMF Sindri, en la máxima categoría del baloncesto islandés.
El UMF Sindri pertenece a la ciudad de Höfn, al nordeste del país, a unos 450 kilómetros de Reikiavik y unos 485 kilómetros de Grindavik: “Aquí se vive con bastante naturalidad, aunque la preocupación máxima es la posible pérdida de sus hogares así como las infraestructuras, desde instalaciones deportivas a carreteras pasando por edificios de recursos sociales o comercios”.
Israel recalca que la evacuación no ha sido complicada por las características del lugar: “Este es un país pequeño, con poca población. Aquí casi todo el mundo tiene familia en Reikiavik y otras ciudades, por lo que mucha gente se aloja en casas de familiares. La sociedad es bastante abierta y solidaria con lo que se está viviendo. En redes sociales puedo leer como mucha gente ofrece las casas que pueden tener libres para los que las necesiten”.
El tinerfeño admite, además, que las imágenes de la fisura -que se ha vuelto viral estos días-, a parecida en Grindavik impresionan: “Ayer lo comentaba con Cristina, con mi mujer, que una de las gritas pasa justo por encima de un complejo deportivo recientemente inaugurado, por lo que el riesgo de derumbes es real”.
Israel Martín está completamente en el país y en la sociedad, tanto como su familia: “Cristina (Alves, exjugadora del CV Aguere) trabaja en un kinder garden y también es entrenadora-jugadora de un equipo de la segunda división islandesa. Mis hijos están muy bien. Gabriel lleva ocho años en el colegio, va solo por las mañanas y Axel está en la guardería. Mi equipo va cuarto y, la verdad, estoy muy contento de seguir dedicándome al baloncesto”.
Fotios Lampropoulos
“Estoy a unos 50 kilómetros de la zona evacuada: en mi pueblo, prácticamente, no se han sentido los temblores”
Que un griego haya sido querido por las aficiones de CB Gran Canaria, Tenerife Baloncesto y CB Canarias habla muy bien de él. Seis campañas completas en la Isla lo convirtieron en chicharrero de adopción.
Fotios Lampropoulos defiende la camiseta del UMF Þór Þorlákshöfn (Thor), de la primera división islandesa desde la pasada campaña, pero antes, en el mismo país, vistió los colores del UMFN Njarðvík.
Es, de todos nuestros protagonistas, el que está más cerca de Grindavik: “Thorlakshofn está a unos 50 kilómetros. Es verdad que en la zona más cerca al aeropuerto sí se sienten terremotos, en mi pueblo, prácticamente nada”.
Sigue con atención lo que sucede alrededor de la posible erupción: “Hay cierta incertidumbre, porque no se sabe si la erupción será en tierra o en el mar. Grindavik es verdad que es un pueblo pequeño, pero cuenta con muchas piscifactorías y hay mucho movimiento económico, lo que hace que la situación sea más complicada, aunque la evacuación se ha llevado con total rapidez”.