La denominada gira de invierno del proyecto musical y social Barrios Orquestados llega a su fin este domingo, a las 19.00 horas, en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife, con un concierto benéfico en el que participarán, como artistas invitados, Arístides Moreno y 101 Brass Band, quienes actuarán junto con la orquesta y coro formada por más de 200 niños y niñas y familiares.
Estos menores aprenden música gratuitamente en tres lugares de la Isla: La Cuesta-Finca España -San Cristóbal de La Laguna-, y Ofra y Añaza -Santa Cruz de Tenerife-. Un proyecto que alcanza a casi 50 barrios de la periferia metropolitana, utilizando la música como instrumento para el desarrollo individual y comunitario.
El alumnado que forma parte de Barrios Orquestados aprende violín, viola, violonchelo y contrabajo, además de canto coral, con el apoyo del coro de sus familias: medio centenar de vecinos y vecinas de los barrios tinerfeños. La gran orquesta brindará una velada cargada de talento y esfuerzo, gracias a la metodología musical desde lo social que impulsa Barrios Orquestados.
Las entradas están disponibles en la página web del Auditorio de Tenerife al precio de 10 euros. Toda la recaudación va destinada al desarrollo y la continuidad del proyecto social en Tenerife, donde beneficia a alrededor de 200 personas. Barrios Orquestados es mucho más que un proyecto pedagógico con fines artísticos, también es una iniciativa social y didáctica que pretende crear orquestas de cuerda frotada y coros en barrios vulnerables a nivel social, económico y cultural en Canarias.
La gira de conciertos de invierno, con más de 600 personas implicadas, comenzó en Gran Canaria, en el Auditorio Alfredo Kraus, con Marina Carmona como artista invitada, prosiguió en Fuerteventura con la música de raíz de Paco Perera y continuó en Lanzarote, en el santuario natural volcánico de Jameos del Agua, junto con la vibrante voz del cantautor majorero Fajardo.
El proyecto Barrios Orquestados surgió en el año 2012 de la mano de José Brito, violinista, compositor y director de orquesta, y de su hija Laura Brito, violinista y profesora, con el fin de generar comunidad a través de la música.
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