Algunas azafatas han implementado un código interno que les permite identificar a aquellos pasajeros con los que preferirían evitar tratar. Este código secreto, bautizado como “Philip”, es un acrónimo de “Passenger I’d Like to Punch” (Pasajero al que me gustaría golpear).
Según relata una azafata en exclusiva a The Sun, ser etiquetado como “Philip” implica haber cometido alguna falta o haber irritado de alguna forma al personal de la aerolínea. Como resultado, aquellos que ostentan este indeseado título pueden esperar recibir un servicio de menor calidad durante el resto del vuelo.
La misma fuente revela que el término “Philip” en realidad se originó a partir de las siglas PILP, que correspondían a “Pasajero al que me gustaría golpear”. Sin embargo, con el tiempo, el término ha evolucionado hacia una forma más sutil de expresar la molestia que estos pasajeros causan.
Entre las situaciones que más irritan a las tripulaciones de vuelo, se incluyen desde pasajeros que constantemente hacen sonar el timbre de llamada por cuestiones triviales hasta aquellos que graban videos de la tripulación sin su consentimiento.
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