viernes a la sombra

Radio Popular, medio siglo

Se cumplen hoy cincuenta y cinco años del comienzo de las emisiones de Radio Popular de Tenerife. Aquel 2 de febrero de 1969, todavía cursando preuniversitario, significó un salto en la que ya era una vocación indeclinable por el periodismo y la comunicación, tanto que el Derecho quedaría atrás a medida que iban surgiendo oportunidades que procuramos aprovechar, al tiempo que cultivábamos la formación. Era lo que nos gustaba. Y punto. Una emisora nueva que venía a enriquecer el dial. Ni más ni menos.

Y, además, se oía con potencia, señal parecida a Radio Nacional de España en Canarias, y superior a la de Radio Juventud de Canarias y Radio Club Tenerife, que completaban la oferta del dial de entonces. Llegaba a casi toda la isla y también a Gran Canaria. Integrada en la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE), con sus antecedentes en Güímar, desde el primer momento fue captando audiencia con un estilo radiofónico propio, con su sello católico pero también con un toque modernista en el que preponderaba la atención a lo local.

La emisión de esquelas, tan esperada por muchísimos oyentes, absolutamente puntual después del diario hablado de Radio Nacional de España (popularmente conocido por El Parte y que era obligatorio retransmitir según disponía el régimen franquista), únicas referencias informativas durante muchos años.

Marianne Hernández, Fabriciano Díaz, Alvaro Morales, Isabel Dorta, Santiago Luis, José Siverio Pérez (sacerdote, canónigo de la Santa Iglesia Catedral), componían el primer plantel, junto con un ingeniero estadounidense, cuyo nombre no se recuerda pero que tuvo un papel muy activo en las primeras fechas de emisión.

La inauguración oficial de los estudios y de las instalaciones tuvo lugar posteriormente, el 17 de marzo de aquel año. Luis Franco Cascón era obispo de la Diócesis. Pronto salaron a la palestra radiofónica profesionales de la talla de Luis Gómez y Marisol Fariña, que procedía. También uno de los grandes de la radiodifusión canaria, César Fernández Trujillo, quien muchos años después, alma mater de la publicidad que se emitía (Almacenes Batista y Libbys) y que sigue siendo recordado por sus transmisiones desde la península y Gran Canaria. Sus voces eran admiradas y reconocidas, sin duda se convirtieron en familiares.

Aquel fue, sin exageraciones, un elenco de profesionales sobresalientes que dieron lustre al medio y al conjunto del radiofonismo canario.

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