El Palmetum de Santa Cruz de Tenerife ampliará sus instalaciones coincidiendo, además, con el décimo aniversario de su apertura como el único jardín del mundo que ha transformado un vertedero de basura en un espacio para el ocio y la cultura botánica.
El espacio ocupa doce hectáreas en las que crece la mejor colección de palmeras de Europa, y una de las mayores del planeta y que, a finales de año, verá transformada su superficie gracias a las obras ya iniciadas, que dotarán al jardín de un nuevo lago, un vivero y un hide para el avistamiento de aves, que incluirá un paseo. Proyectos de mejora que contarán con una inversión de casi dos millones de euros.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, con el primer teniente de alcalde, Carlos Tarife; el concejal de Infraestructuras, Javier Rivero, miembros del consejo de administración del Palmetum, y Belén Machado, responsable de Fundación Cepsa en Canarias, visitaron ayer el avance de los trabajos que ya se acometen en este espacio botánico, “tras haber batido el año pasado el récord de visitantes con 86.429 personas”, subrayó el regidor.
Las obras en el Palmetum se dividen en dos fases, una primera consistente en la realización de unos viveros que “permitirán que las más de 500 especies de palmeras estén debidamente atendidas y posibilitarán, además, incorporar otras nuevas variedades”, explicó Bermúdez. Además, por otro lado, también se ha iniciado la actuación para dotar al jardín de un nuevo lago y un hide para el avistamiento de aves, “porque son muchos los ejemplares que acuden a este enclave, bien para anidar o en sus rutas migratorias”, indicó.
El alcalde añadió que “este avistamiento puede convertirse en un nuevo atractivo para el Palmetum, un espacio sostenible premiado a nivel internacional en varias ocasiones que, además, es un símbolo para Santa Cruz”. En este sentido, anunció que “seguiremos apostando para que el residente canario conozca este enclave único, y por ello, a estas obras de ampliación se sumarán otras que ya se están proyectando, como el futuro Museo de la Palmera o la modernización de la zona de parking, en la que se impulsarán actividades de ocio y restauración que se irán sacando adelante, bien con financiación propia o ajena”, detalló.
Por ello, Bermúdez agradeció la colaboración de Fundación Cepsa, “que nos ha ayudado con una cantidad económica importante para acometer estas obras que estarán concluidas antes de final de año para ponerlas al servicio de la ciudad”.
Mejoras
Las obras del Palmetum pasarán por una nueva zona de invernaderos, como origen de las especies de palmeras que allí se van a producir. Serán cuatro edificios destinados a servicios; módulos de cultivo, espacios de plantación; y una central de trabajo, que abarcarán una superficie de 1.891 metros cuadrados. Tendrá una inversión de 1,543 millones de euros y una duración aproximada de los trabajos de nueve meses. Una vez finalizadas las obras, se podrá habilitar en esta zona un aula científica en la que se pretende desarrollar la vertiente de formación científica.
Por su parte, el hide de observación de aves, con una inversión de 316.281 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, se localizará en la parte superior del parque, junto al futuro Museo de la Palmera, con una superficie de más de 1.600 metros cuadrados, de los que 309 corresponden al nuevo lago.
Según el proyecto, a cargo de Jorge Díaz Estudio-Equipo Olivares, la necesidad es recuperar, con menor dimensión, el lago existente para potenciar la atracción de especies al lugar. Por ello, se decidió la demolición de la anterior edificación para nuevas plantaciones y ejecutar un nuevo camino perimetral.