tribuna

9J: el proyecto europeo, en grave riesgo

Comenzó oficialmente la campaña de las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Unos comicios trascendentales que se desarrollan en medio de una coyuntura muy compleja; y en la que pueden producirse significativos retrocesos en las políticas de la Unión Europea en el período inmediato. Con la vuelta a la austeridad y los recortes, los riesgos para el conjunto de las políticas sociales, los crecientes vientos de guerra, el injusto tratamiento de los fenómenos migratorios y, asimismo, el cuestionamiento de la lucha contra la Crisis Climática. Con un fantasma que recorre el mundo, el de la extrema derecha y el autoritarismo, que puede llevarnos a la constitución de un Gobierno ultraconservador entre el Partido Popular Europeo y las formaciones de Marine Le Pen, Giorgia Meloni, Santiago Abascal o los húngaros de Orbán y los polacos de Ley y Justicia. Frente a ello reivindicamos una Europa social, de los pueblos, verde y feminista, comprometida con los derechos humanos y con la paz.

Conscientes de la enorme importancia de estas elecciones, Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) tomó la decisión de concurrir a las mismas y hacerlo junto a distintas formaciones estatales -Movimiento Sumar, Izquierda Unida y Verdes Equo- o de carácter territorial, como Compromís, Más Madrid, Catalunya en Comú, Chunta Aragonesista o Iniciativa del Pueblo Andaluz. Combinando propuestas progresistas comunes para el conjunto del Estado con la inclusión de un programa específico que recoge las reivindicaciones canarias en la Unión Europea (UE).

Planteamientos que se pusieron nítidamente de manifiesto en la presentación de la candidatura celebrada el domingo 19 de mayo en Las Palmas de Gran Canaria. Un acto, coordinado por el periodista Txema Santana, en el que intervinieron Lorena López (integrante de Nueva Canarias en la lista europea de Sumar), Carmen Hernández (vicepresidenta de NC-bc), Yolanda Díaz (vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Trabajo, líder del Movimiento Sumar) y Estrella Galán, ex directora general de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), experta en migraciones, asilo y refugio, que encabeza la plancha.

Extrema derecha

Una de las mayores inquietudes la produce, sin duda, el crecimiento de la extrema derecha. La misma ultraderecha que, bajo el patrocinio de Vox, acaba de celebrar un encuentro en Madrid para impulsar su campaña para los europeas, escenificando su agenda de graves restricciones en el plano social, en el de los derechos y en el de las libertades. Con discursos con claros tintes autoritarios y agresivos.

Al tiempo que en Alemania -donde están incrementándose los ataques violentos de fascistas a políticos democráticos- una treintena de grandes consorcios empresariales se unieron para hacer campaña y concienciar contra la subida de las formaciones extremistas y racistas. Solicitando el voto para los partidos proeuropeos y alertando de lo que supondría votar a formaciones como la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), a la que algunos sondeos otorgan el segundo puesto en las europeas tras la CDU; aunque habrá que ver los efectos de la reciente dimisión de su cabeza de lista, Maximilian Krah, tras unas declaraciones en las que blanqueaba a las hitlerianas SS, lo que se suma a sus simpatías hacia Vladímir Putin; las relaciones con Rusia es uno de los asuntos que fragmenta a la ultraderecha europea.

El Partido Popular Europeo ya no disimula su deseo de establecer un Gobierno con la extrema derecha, con la que cada vez está más mimetizado. Lo viene señalando desde hace tiempo la presidenta de la Comisión Europea y candidata a la reelección, Ursula Von der Leyen. Y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, que ya gobierna en muchas comunidades y ayuntamientos con Vox, acaba de mostrarse favorable a pactar con la extrema derecha italiana. Lo que representará un relevante retroceso en las políticas de cohesión social y en las libertades, así como en el endurecimiento de las políticas migratorias y el debilitamiento de la acción frente a la Crisis Climática.

También nos preocupa la normalización de un lenguaje belicista entre numerosos dirigentes europeos, que está sirviendo como coartada para la elevación del gasto militar. Frente al mismo, apostamos firmemente por el dialogo, la solidaridad entre los pueblos, la paz y la cooperación internacional en un mundo multilateral y en el que Naciones Unidas tenga más capacidad de intervención ante los conflictos. Con especial preocupación sobre guerras como las que hoy sufren Ucrania o Palestina, pero también Sudán, Yemen o la región del Sahel, que exigen soluciones diplomáticas y un mayor papel de una Europa proactiva en favor de la paz.

Asimismo, no compartimos los contenidos del Pacto de Migraciones y Asilo. Resulta imprescindible abordar los movimientos migratorios desde el pleno respeto a los derechos humanos, favoreciendo modelos seguros y legales, mediante cuotas u otras fórmulas que eviten la impresentable mortalidad que se produce en el Mediterráneo y en la ruta migratoria que usa a Canarias como trampolín hacia la Europa continental. Defendemos, por tanto, una inmigración regulada y ordenada, y no solo por primordiales razones humanitarias, sino también económicas. Los dirigentes políticos y los expertos europeos saben que se precisan millones de migrantes en los próximos años si la UE quiere mantener funcionando su economía y sosteniendo sus servicios públicos y su sistema de pensiones.

Programa común

En el ámbito global, en el programa electoral de Sumar Canarias destaca el firme compromiso por mejorar las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras en la Unión Europea, reclamando un auténtico salario mínimo europeo o una directiva sobre el tiempo de trabajo que posibilite que avancemos en la reducción de jornada sin reducción salarial, mejorando por tanto la calidad de vida.

También la necesidad de profundizar en las políticas que combaten el cambio climático, desde el desarrollo de una política industrial climática a una mayor potenciación del peso de las energías renovables. Esencial frente al negacionismo de las derechas extremas que pueden frenar el actual Pacto Verde Europeo y los compromisos en la reducción de emisiones contaminantes.

Abogando, además, por el fin de los paraísos fiscales y el establecimiento de impuestos a las grandes fortunas. Y siendo contundentes en el rechazo a la implantación de nuevas políticas de austeridad y recortes de lo público, como las que tanto daño social hicieron en la crisis financiera de 2008. Reivindicando una gobernanza económica en la Unión que responda a los intereses de la mayoría social, el establecimiento de un fondo europeo permanente para hacer frente a las crisis sobrevenidas y revisar los tratados de libre comercio para que estos sean eficientes herramientas de cooperación entre socios y ayuden en el avance de estándares sociales y medioambientales.

Igualmente se precisa continuar avanzando en la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos, así como proceder a blindar el derecho al aborto, como ha hecho Francia por una amplísima mayoría parlamentaria, incorporándolo como un derecho constitucional. Y no permitir retroceso alguno en los derechos LGTBI+, que se encuentran también en la diana de las organizaciones ultraderechistas.

El próximo 9 de junio estamos ante unas elecciones trascendentales en las que Europa, el Estado español y Canarias se la juegan. Y no basta con defender a Canarias con un programa específico y tratar de frenar a las derechas extremas en las urnas; lo que resulta necesario, pero en modo alguno suficiente. Si esto no va acompañado de mayor audacia en el avance hacia un empleo de mayor calidad, en el desarrollo de las políticas sociales, en el acceso a una vivienda digna… el caldo de cultivo del desencanto y la frustración alimentará aún más a las posiciones populistas autoritarias y socavará, gravemente, los cimientos de la democracia.recha.

*Presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc).

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