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“Comida buena, entorno agradable y que los clientes salgan contentos”

La pareja Icíar Pérez y Juan Carlos Pérez esperan abrir pronto Moral, su nuevo restaurante ubicado el centro de la capital tinerfeña

Icíar Pérez y Juan Carlos Pérez tenían previsto abrir su restaurante en marzo. Pero rehabilitar y acondicionar una casa de 1860 cumple con creces la maldición de en obras te veas y el menú inicial, pensado para tiempos más frescos se está readaptando a unas temperaturas más cálidas. Hablamos de Moral -un nombre que le viene al dedillo por las vicisitudes que han retrasado su apertura-, el restaurante en el que Icíar y Juan Carlos quieren ofrecer “comida buena, entorno agradable y que los clientes se vayan contentos”. Ambos explicaron ayer su proyecto en el Aula Makro después de que decidieran “salir de la comodidad y ofrecer nuestra cocina” en base a todo lo que han aprendido después de diez años de trabajo en hoteles y en restaurantes con un estrella Michelin.

“En la cocina no hay atajos”, aseguraron, para explicar que sus elaboraciones “necesitan muchas horas al fuego” para obtener platos sabrosos y guisos tradicionales “como se hacen en cualquier casa”. Ambos quieren “romper la dinámica de restaurantes más gastronómicos, con una cocina más rebuscada” y proponen “una cocina más divertida” a la que incorporarán “productos diferentes y peculiares” como la raya, el pato o las codornices. Y buen pan porque “aquí somos de mojar y que el plato vuelva limpio a la cocina es una buena señal”. La vajilla también tiene importancia, así que Icíar y Juan Carlos se han recorrido todos los anticuarios de Tenerife y de Gran Canaria hasta conseguir “unos platos muy delicados, pero diferentes” que añaden un toque diferente a la experiencia del comensal en su restaurante, con sólo siete mesas y una decoración sin estridencias.

Y para muestra, un botón. Ambos cocineros ofrecieron al público unas judías con navajas y calamar, un plato laborioso que se toma templado porque ha sido adaptado a las nuevas fechas de apertura. Y en junio, porque “esperamos abrir en junio”, dijo Juan Carlos, “¿quién se toma un plato de judías con el calor que hace en Santa Cruz?”, apostilló Icíar. Y un petit four, el canelé, un pequeño bizcocho típico de Burdeos, que acompañará el café de los comensales.

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