Tras detectar 28 puntos de vertidos ilegales en la vía pública, Santa Cruz de Tenerife ha decidido plantarle cara a los vecinos y las vecinas que reiteradamente tiran la basura fuera de los lugares habilitados.
El concejal de Servicio Públicos, Carlos Tarife, ha anunciado la puesta en marcha de la “campaña de la silla”, como él mismo la llama, en la que se sentará frente a los contenedores de los puntos negros de la ciudad donde no se cumple la normativa de gestión de residuos.
“Hemos hecho campañas, hemos cambiado la ordenanza, se han puesto multas, pero hay que hacer más cosas para acabar con este tipo de conductas absolutamente incívicas”, ha sentenciado el edil.
El objetivo es ahuyentar a los infractores que continúan dejando la basura en el suelo y advertirles dónde está el contenedor.
La medida comenzará el martes en Añaza y al día siguiente continuará en Ofra. “Voy a ir por las tardes con un inspector de Servicios Públicos y de la Policía Local para hablar con los vecinos”, ha informado.
Según explica Tarife, estos hechos se vienen dando porque los contendores se han desplazado no más de 50 metros del sitio original con el objetivo de unificarlos y mejorar el reciclaje, es decir, para que estén juntos los contenedores de orgánico, plástico, papel y vidrio.
Sin embargo, los ciudadanos siguen dejando la basura donde antes, lo que afea las calles de la ciudad. “Hay casos donde el contenedor se ha rodado 10 metros y los vecinos siguen depositando donde antes estaba el contenedor”.
En caso de que se siga incumpliendo la normativa, las multas podrían ir desde los 2.000 euros hasta los 10.000 euros, dependiendo del tipo de residuo y la contaminación causante.