El Lenovo Tenerife cayó dando la cara ante el Barça (92-97) en un partido marcador por la intensidad. Pese a las bajas, los de Vidorreta compitieron hasta el final, pero los visitantes lograron imponer su calidad.
El acierto exterior y el ritmo del Barça fueron los primeros obstáculos para el Lenovo Tenerife (11-11). A partir de ese momento llegó un parcial de 0-9 para los catalanes (11-20), aprovechando su mejor físico.
Pero, lejos de bajar los brazos, el Lenovo Tenerife dio la cara. Tanto lo hizo que llegó a dar la vuelta a las cosas (21-20), de la mano de Salin antes de que el cuarto acabara con 21-22.
El Lenovo Tenerife mostró su mejor cara en la segunda manga (39-32). El rigor defensivo de los locales logró meter en serios apuros al Barça, que solo reaccionó buscando transiciones rápidas (44-42).
Al descanso el Canarias seguía por delante (46-44).
Satoranski se echó a su equipo a la espalda. Los puntos del checo dieron una renta al BArça corta, pero no tanto según se movía el encuentro (61-66). Ante la posibilidad de que el rival se escapara, Fitipaldo apretó el acelerador (65-66) antes de otro estirón visitante que obligó a Vidorreta a pedir tiempo muerto (65-70).
Así, resistiendo, el Lenovo Tenerife llegó solo un punto por debajo al cuarto definitivo (71-72).
Lo peleó hasta el final un Lenovo Tenerife gigante y titánico en el esfuerzo. Manejó rentas de hasta cinco tantos (87-82) pero el Barça, más fresco acabó por llevarse el duelo en pequeños detalles y tras una antideportiva de Fran Guerra (92-97).